EEUU, la UE, el Reino Unido y Emiratos Árabes pondrán en marcha un corredor humanitario desde Chipre hasta Gaza este fin de semana

La comunidad internacional asume que la presión de Israel sobre la Franja de Gaza no va a detenerse a pesar de las peticiones de la ONU o del Tribunal de La Haya, por lo que finalmente se ha llegado a un acuerdo multilateral para abrir un corredor para el envío de ayuda humanitaria hacia la costa de Gaza.

El corredor, anunciado hoy por la presidenta de la Comisión Úrsula von der Leyen, partirá de Chipre, situado a unos 400 kilómetros de Gaza y empezará a ser funcional este fin de semana. Hoy mismo se va a poner en marcha una primera operación piloto sobre la franja del Mediterráneo que va a ser utilizada. La elección de Chipre no es casual, además de ser miembro de la Unión Europea, y el país comunitario más cercano a Oriente Próximo, en su territorio hay dos bases militares permanentes del Reino Unido, país que ha confirmado también su participación.

"Como parte del puente aéreo humanitario, hemos previsto 41 vuelos que llevarán 1800 toneladas de ayuda y consideraremos otras opciones incluyendo el lanzamiento de ayuda desde el aire si nuestros aliados humanitarios sobre el terreno creen que puede ser efectivo", ha explicado Von der Leyen en una comparecencia junto al presidente de Chipre. Estados Unidos ya está realizando lanzamientos de ayuda desde el aire y el propio Joe Biden ha recordado en las últimas horas en su discurso sobre el estado de la Unión que tiene un plan para la construcción de un puerto en Gaza para la recepción de esta ayuda.

Es necesaria la ayuda de Israel

Aunque el corredor marítimo se vaya a abrir este fin de semana, uno de los aliados de los países que lo van a coordinar, el Reino Unido, ha subrayado que el proyecto no puede contar a corto plazo con el puerto que Estados Unidos propone construir en Gaza. En consecuencia, es necesaria la colaboración del gobierno hebreo, tal y como ha explicado el ministro de Exteriores británico David Cameron: "Construir el puerto llevará tiempo, así que lo crucial ahora mismo es que Israel confirme que habilitará el puerto de Ashdod. Eso es lo que marcaría una diferencia, y es lo que necesitamos ahora".

El puerto de Ashdod es uno de los dos principales utilizados en Israel para la carga de mercancías y se sitúa a unos 40 kilómetros de la Franja de Gaza. El gobierno de Israel ha respondido poco después de la confirmación de la puesta en marcha del corredor, avisando de que la ayuda deberá pasar por los controles de seguridad israelíes, así como por los estándares de seguridad implementados desde Tel Aviv. Se compromete en todo caso Israel a facilitar el tránsito de ayuda en colaboración principalmente con Estados Unidos.

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La ONU acusa a Israel de crímenes de guerra en Cisjordania

Israel continúa su ofensiva sobre la Franja de Gaza al tiempo que este viernes ha negado haber disparado a las personas que murieron el pasado 29 de febrero cuando esperaban a recibir ayuda humanitaria de un convoy de camiones. Los argumentos de Israel contradicen los testimonios de los trabajadores de la ONU y los sanitarios de Gaza. Mientras tanto, el número de víctimas mortales por los ataques del ejército hebreo desde el pasado 7 de octubre se acerca a las 31.000 y el número de heridos supera los 72.000.

El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, ha denunciado este viernes que Israel está incrementando a un ritmo récord el número de asentamientos en Cisjordania, alejando así la posibilidad de alcanzar la solución de los dos Estados por la que apuesta buena parte de la comunidad internacional. Türk ha recordado que estos asentamientos y el desplazamiento forzoso de la población palestina pueden ser considerados crímenes de guerra. Esta política de expansión de Israel no cuenta ni siquiera con el respaldo de Estados Unidos, quien ha admitido que no casa con la legalidad internacional.

Según los datos de Naciones Unidas, Israel ha construido 24.300 nuevas viviendas en Cisjordania en los últimos meses, lo que supone la cifra más alta en un año desde que comenzó el recuento de estas construcciones en el año 2017. Los nuevos asentamientos vienen acompañados de la violencia de parte de los colonos israelíes, que de hecho han sido sancionados por varios países, entre ellos España.