Nadie oculta su inquietud ni la incertidumbre por la decisión de Pedro Sánchez

Madrid

Como si de un programa de radio de esta casa se tratara, nadie sabe nada. Después de que el miércoles por la tarde el presidente del Gobierno soltara la bomba, parara su actividad y se tomara un tiempo para reflexionar ante el nivel del ataque que lleva soportando y que ha alcanzado ya a su esposa, nadie es capaz de decir qué puede pasar. Solo él lo sabe, como solo él sabía que algo había que hacer. En el Gobierno y en su partido miran inquietos hacia Moncloa a la espera de la decisión, mientras que las bases empiezan a movilizarse para ofrecerle su apoyo, y la campaña catalana echa a andar bajo el impacto del anuncio.

Nadie puede ocultar su inquietud ni la incertidumbre porque nadie en el partido es capaz de diseñar el futuro, solo Pedro Sánchez lo sabe, así que hasta el lunes es pura especulación dibujar cualquier escenario a partir de la semana que viene. El único que lo tiene dibujado es el PP, a quien la llamada a rebajar la intensidad del enfrentamiento no le ha afectado y mantiene su virulencia contra el presidente, al que califica desde narcisista a inmaduro, y al que acusa de haber diseñado una operación de supervivencia. Nada nuevo, como ven.

Así que más allá del análisis del momento, cualquier otro sería entrar en el terreno de la especulación. Más claras están las intenciones del grupo ultra Manos Limpias, el que presentó la querella contra Begoña Gómez, y al que el PP, lo dijo ayer aquí mismo Borja Sémper, da carta de naturaleza. No había terminado la mañana cuando Manos Limpias ya había sacado una nota advirtiendo de que quizá algunas de las informaciones en las que se sustancia la denuncia pueden ser falsas. Algo que no pareció importarle al juez Juan Carlos Peinado, que, saltándose el procedimiento de pedir un informe a la Fiscalía, e ignorando la doctrina del Supremo que dice que la mera publicación de noticias en medios de comunicación no puede justificar la apertura de un procedimiento penal para investigar los hechos, si la denuncia no aporta algún indicio. En la denuncia de Manos Limpias no hay ningún indicio, todo son titulares de prensa. Y esto no es una especulación, es una realidad, que el PP, no olvidemos, ha comprado.