Las bellotas, los piñones y las legumbres estaban en la dieta humana varios milenios antes de que empezáramos a ser agricultores

Un equipo internacional de científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, el centro Géoscience et Environnement de Toulouse y el Instituto francés de arqueología, en Marruecos, ha examinado la dieta de los seres humanos que vivían en la cueva de Taforalt, Marruecos, hace aproximadamente 20.000 años.

En esta gruta, en la cordillera del Rif y descubierta en 1961, se han ido encontrado, restos óseos pertenecientes a, al menos, 80 humanos. También se han extraído restos fósiles de fauna muy diversa. En su interior también hay arte rupestre que representa, entre otros, a un asno salvaje o lo que parecen avestruces siendo cazadas por los primeros humanos.

Este estudio se ha centrado en lo que comían los pobladores de Taforalt. Hasta ahora, la mayoría de los estudios científicos sobre la dieta de los humanos de esta época, es decir, previos a la extensión de la agricultura, señalaban que teníamos una dieta basada en gran medida en proteínas animales. Sin embargo, este estudio propone un enfoque novedoso.

Los científicos han analizado los isótopos de zinc y estroncio en el esmalte de los dientes humanos encontrados en el yacimiento. A la vez, han hecho un análisis de aminoácidos de los restos humanos y de la fauna que había dentro de estas cuevas. Combinados los dos análisis, los antropólogos y arqueólogos han podido formar una composición muy completa de los que comían nuestros antepasados en aquel momento y lugar.

"Proporción significativa de plantas pertenecientes a especies mediterráneas"

La conclusión principal del estudio es que la dieta de estos cazadores-recolectores incluía "una proporción significativa de plantas pertenecientes a especies mediterráneas". Confirmar esta circunstancia es importante porque la ingesta de estas especies se anticipa "en varios milenios", dice el estudio, "al advenimiento de la agricultura en la región del mundo".

Los restos arqueo-botánicos encontrados en el yacimiento -bellotas, piñones y legumbres silvestres- apoyan aún más esta idea. Y el análisis en más profundidad de los dientes sugiere una idea innovadora: los alimentos vegetales se introdujeron en las dietas infantiles y pudieron servir como "productos de destete" para los bebés de esta población humana.

Zineb Moubtahij, primer autor del estudio, explica: "Nuestros hallazgos no solo proporcionan información sobre las prácticas dietéticas de los grupos humanos pre-agrícolas, sino que también nos explican la complejidad de las estrategias de subsistencia humana en diferentes regiones".

Comprender estos patrones es crucial para desentrañar la historia más amplia de la evolución humana". En el futuro, el equipo de investigación espera explorar otros yacimientos paleolíticos en el norte de África y utilizar técnicas innovadoras para obtener una comprensión más profunda de las antiguas prácticas dietéticas y sus implicaciones para la evolución humana.