El Barça quiere blindar su modelo de propiedad

Joan Laporta no quiere oír hablar de vender una parte del Barça. Prohibido escuchar cantos de sirena de accionistas que pretendan invertir en el club blaugrana a cambio de un porcentaje de la propiedad. El Barça pertenece a sus más de 140.000 socios. Y a nadie más. El presidente lo tiene clarísimo, al igual que lo defiende buena parte de la junta directiva, sobre todo la vicepresidenta institucional, Elena Fort.

Precisamente, Fort es la responsable de la modificación estatutaria que el club lleva planificando desde hace meses. Éste era uno de los grandes proyectos de campaña de Laporta, una adaptación de los estatutos del club a la realidad del fútbol moderno, pero garantizando la presencia y poder de los socios de la entidad. En los últimos meses, en el entorno del Barça se ha hecho presente el debate sobre el modelo de propiedad: entrada de accionistas, compra de un porcentaje del club, transformación a un modelo similar al del Bayern de Múnich, con la mayoría accionarial para los socios y con tres grandes empresas participando de las decisiones; y varias fórmulas más como la salida a bolsa. Un tema que ha formado parte de los nueve 'Debates del Estado de la Nación Barcelonista' organizados por el 'Què t'hi Jugues' con exdirectivos y ex ejecutivos del Barça.

Pues ninguna de estas posibilidades es una opción para Joan Laporta, Elena Fort ni ninguno de los máximos dirigentes del club azulgrana. Uno de los puntos calientes de esta modificación estatutaria, que ya ha pasado por varias reuniones participativas abiertas, es la protección del modelo asociativo. Ahora, cualquier socio -o la propia junta directiva- podría llevar a la Asamblea de compromisarios un cambio en el modelo de propiedad. La votación, para sacar adelante la transformación, requeriría una aprobación por parte de un 66% de los socios presentes en la Asamblea. Por tanto, basándonos en las últimas cifras de participación (poco más de 600 socios), sólo unos 400 socios podrían decidir el futuro jurídico del Barça.

La idea, por tanto, es incluir en los estatutos alguna fórmula que garantice la permanencia del modelo. Y que sea toda la masa social del club la que, en caso extremo de tener que plantearse un cambio, tenga la posibilidad de decidirlo en una votación abierta a todo el mundo, no sólo a los compromisarios. Sin embargo, el proyecto todavía está en fase de reflexión. Quedan meses de debate, de escuchar a los propios socios y de decidir qué artículos de los estatutos se modifican, cuáles se eliminan y qué nuevos se incluyen. Y, evidentemente, estas propuestas tendrán que ser aprobadas en Asamblea antes de ejecutarse.