Así sonaría hoy un informativo de 1924: un viaje de cien años de radio

Madrid

2024 está siendo un año informativamente apasionante. 1924 también lo fue. España, en ese momento, se encuentra en los primeros meses de la dictadura de Miguel Primo de Rivera, que se acabaría prolongando hasta los años treinta. El país está inmerso en la Guerra del Rif, donde un tal Francisco Franco va logrando méritos militares, mientras el régimen va acallando a sus opositores bajo la atenta mirada del rey Alfonso XIII. En 1924 también nace Telefónica, llega el metro a Barcelona y nace el Rayo Vallecano. El año de la radio en España es un año repleto de historias políticas, militares, culturales, económicas, científicas y deportivas.

Y, mientras, el mundo avanza. Son tiempos oscuros. Adolf Hitler es protagonista en Alemania, Mussolini arrasa en unas elecciones muy tensas, la Unión Soviética se despide de Lenin y Gandhi es liberado de la cárcel en una India que todavía es colonia británica. Son tiempos impredecibles.

Un siglo después de la primera emisión de Radio Barcelona, la redacción de la Cadena SER viaja a la actualidad de hace un siglo para ver cómo contaríamos los periodistas de hoy las noticias de ese año. Porque en cien años ha cambiado absolutamente todo, pero hay algo, las noticias, que han sido siempre parte importantísima del músculo de este medio y que han permanecido hasta hoy siendo el motivo por el que el micrófono sigue encendido.

La represión militar, por Xavier Vidal-Folch

El general Primo de Rivera acaba de dar un golpe de Estado. Incruento. Pero militar, bajo la evidente amenaza de las armas. Primo era capitán general de Cataluña, abusón de mujeres, preferiblemente ricas, bebedor sin tino. Y el rey Alfonso XIII apoya su dictadura dentro de la Monarquía. Le nombra jefe de Gobierno. Este borbón “borbonea” mucho: interviene en política mañana tarde y noche. Juega fuerte, y arriesga el futuro de la institución y el suyo propio.

La llegada de Primo la ha facilitado el desastre de las guerras coloniales en Marruecos y una gran crisis socioeconómica. Causada por el declive de los beneficios empresariales cosechados por la neutral España durante la Gran Guerra europea, hasta 1918. Mientras que la insatisfacción obrera por la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y la influencia de la revolución rusa dejan sentir su impacto en una sociedad desequilibrada y muy desigual. Se buscaba un pretendido "hombre fuerte".

La dictadura ha prometido ejercer un mandato “temporal”, pero ya se verá. Su peor signo político es el encumbramiento del general Severiano Martínez Anido. Este sujeto cruel ha amparado como gobernador de Barcelona la peor represión de los últimos decenios. Entre él y sus infames colaboradores han inventado una costumbre de fama mundial: la “ley de fugas”. La ha aplicado sañudamente a los dirigentes anarcosindicalistas. La fórmula ha sido y es sencilla: en la cordada de un traslado de prisioneros, un guardián avisa a uno o varios detenidos que pueden desatarse y huir. Al escaparse y correr les dan el alto y les disparan. Son asesinatos con la falsa coartada del intento de fuga. Este tipo de individuos infames y algunos civiles ultras como José Calvo Sotelo dan el tono del nuevo régimen, que conecta bien con el ascenso del fascismo italiano. España, ay, con lo peor de Europa.