Robert Fico, un admirador de Putin en el corazón de Europa

Robert Fico permanece hospitalizado después de recibir varios disparos este miércoles después de una reunión del gobierno eslovaco en un intento de magnicidio que ha sacudido a la Unión Europea. En pleno centro del continente, Fico es un dirigente que lidera su país con la receta propia del populismo del húngaro Viktor Orban, lo que está incrementando la tensión entre sus partidarios y sus detractores. El primer ministro eslovaco no esconde su admiración por Vladimir Putin, a quien ha asegurado que no sería detenido si fuera a Eslovaquia, y junto a Orban es el principal opositor a mantener una ayuda permanente a Ucrania tal y como defienden las autoridades comunitarias. Ha criticado abiertamente la ayuda económica a Ucrania o las sanciones a Rusia, abriendo una brecha en el seno de la Unión Europea y de la OTAN, organizaciones a las que pertenece Eslovaquia. De hecho, no ha dudado en asumir la retórica del Kremlin que justifica la invasión de Ucrania por la supuesta actitud nazi del gobierno de Volodímir Zelenski. Hoy mismo el expresidente ruso Dimitri Medvedev ha puesto voz a la cercanía mutua al decir que «sólo hay un puñado de hombres como Fico en Europa». Criado políticamente en el comunismo en los tiempos previos a la pacífica separación de la República Checa y Eslovaquia, Fico ha sabido navegar después en una ambigüedad política fundamentada en su propio carisma personal. Eso le ha permitido ser el primer ministro bajo cuyo mandato su país entró en la Eurozona y, años después, ser uno de los principales partidarios de un acercamiento a Rusia en plena invasión de Ucrania. Fundador del partido Smer, que fue expulsado del grupo de los socialistas europeos hace unos años después de sus pactos con un partido ultranacionalista, Fico es actualmente primer ministro por tercera vez en su carrera. En 2016 basó su campaña en un discurso contra los inmigrantes y en 2020 se convirtió en el principal representante de los antivacunas en Eslovaquia. Es también contrario a cualquier tipo de reconocimiento a las parejas del mismo sexo, y de hecho Eslovaquia es uno de los pocos países europeos donde el derecho al matrimonio para estas personas no está reconocido. Fico ha seguido la estela de sus admirados Putin y Orban a la hora de intentar controlar el poder judicial y los medios de comunicación. De hecho, ayer mismo, día en que han intentado asesinarlo, varios dirigentes de la oposición tenían previsto participar en actos de apoyo a la radiotelevisión pública que Fico pretende reformar. Esa reforma habilitaría al gobierno eslovaco a destituir a toda la dirección del ente público y ya ha despertado preocupación en Bruselas porque supone una amenaza a la libertad de expresión. En su regreso al poder ha decidido cerrar la Fiscalía Anticorrupción que investigaba precisamente casos relacionados con su partido y redujo además las penas por delitos económicos. Una medida que llevó a miles de eslovacos a protestar en Bratislava ahondando en la división interna del país.

Robert Fico, un admirador de Putin en el corazón de Europa

El primer ministro de Eslovaquia no esconde su cercanía al populismo del húngaro Orban, se opone a las sanciones a Rusia y dirige un país miembro de la UE y de la OTAN

Antonio Martín

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