Las claves de la decisión de España de retirar su embajadora en Argentina: ¿Qué significa? ¿Cuáles son los precedentes?
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha confirmado que retira "definitivamente" a su embajadora en Buenos Aires
Imagen del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y el presidente de Argentina, Javier Milei. / Europa Press
El Gobierno de España ha decidido este martes retirar de forma "definitiva" a su embajadora en Argentina debido a la crisis diplomática abierta tras las declaraciones de Milei, en las que llamó "corrupta" a Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez. Se trata de un paso más en la escalada de tensión entre ambos gobiernos y, al mismo tiempo, una decisión con pocos precedentes en la historia de España.
Todo comenzó cuando el presidente argentino, Javier Milei, viajó a España el pasado fin de semana para acudir a un mitin de Vox en el que se agrupaban varias figuras de la extrema derecha europea. Milei no solicitó un encuentro ni con el rey Felipe VI ni con el presidente Pedro Sánchez, un escenario muy poco habitual cuando se producen visitas de los máximos dirigentes de estados extranjeros, más aún si es la primera vez desde que ha ocupado el cargo.
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Pese a su insólito gesto, el Estado español le proporcionó los medios habituales para proteger su seguridad durante la estancia. Así, Milei fue presentado como una estrella del rock ante una gran audiencia y, entre sus habituales críticas al socialismo, la justicia social y los "zurdos", el autodefinido como león llamó "corrupta" a Begoña Gómez.
Pocas horas después, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, llamó a consultas a la embajadora española en Argentina, convocó al embajador argentino en España y exigió disculpas públicas a Milei. El Gobierno argentino no tardó en replicar que debe ser el Ejecutivo español el que debe pedir perdón por sus "ataques constantes", haciendo referencia a episodios como el de Óscar Puente, para después reafirmarse en sus palabras. Tras esta respuesta, Albares ha decidido que retira "definitivamente" a la embajadora en Buenos Aires.
¿Qué significa la retirada de la embajadora de Argentina?
En primer lugar, cuando un estado decide abrir una embajada en un país es porque ambos consideran que hay una buena relación. La embajada facilita tanto la llegada de personas que quieran viajar por turismo como la colaboración de empresas a uno y otro lado. Sin embargo, también juegan un papel fundamental cuando empeoran las relaciones y tienen un gran valor en el lenguaje diplomático.
Así, en las situaciones de tensiones diplomáticas entre dos estados hay cuatro puntos distinguidos. En primer lugar, cuando un país quiere reprochar a otro un asunto, el primer paso que puede tomar es la convocatoria del embajador. Se trata de una situación en la que el Ministerio de Asuntos Exteriores pide al embajador de otro país que acuda físicamente para expresar una queja, bien sea de forma verbal o por escrito.
El segundo paso en la escala es la llamada a consultas. Se traduce en que el Ministerio de Asuntos Exteriores pide a su embajador en otro país que regrese de forma temporal, un extremo que puede durar días, semanas o años. Es un gesto que reduce la representación diplomática como forma de protesta y en el que se queda al frente de la embajada el encargado de negocios interino.
En tercer lugar se sitúa la retirada definitiva del embajador. Es la decisión que ha tomado el ministro Albares con Argentina y se produce cuando se consideran insuficientes las explicaciones o gestos que se han solicitado en los pasos previos. Se queda así el encargado de negocios interino como máximo representante de la embajada de forma indefinida.
Por último, si la escalada de tensión continúa, el Gobierno de un país, asesorado por su Ministerio de Asuntos Exteriores, puede decidir romper relaciones con otro estado. Este hecho implica la retirada de todo el personal diplomático del país, así como el corte de todos los canales de comunicación entre ambos.
Los escasos precedentes
España no es un país caracterizado por tener grandes tensiones diplomáticas con otros países. Sin embargo, a lo largo de su historia ha tenido algún enfrentamiento con otros gobiernos, como sucedió con Venezuela en 2016. El presidente del país latinoamericano, Nicolás Maduro, protagonizó una escalada verbal con el entonces presidente de España, Mariano Rajoy, a quien terminó calificando como "racista, basura corrupta y basura colonialista".
Ante estos insultos, el Gobierno español decidió retirar al embajador español en Caracas, una situación que se mantuvo durante varios años. En 2020, ya con Sánchez en la Moncloa, España volvió a retirar al embajador en protesta por las irregularidades por el proceso electoral y tras la crisis abierta por la salida del opositor político Leopoldo López. Dos años después, en diciembre de 2022, se restauraron las relaciones bilaterales y se nombró a un nuevo embajador para Venezuela.
Por otro lado, el Ejecutivo de Mariano Rajoy decidió retirar en 2012 al embajador español en Damasco, Siria, cuando estalló la guerra civil con injerencia internacional en la región. Un hecho que fue acompañado de la expulsión del embajador sirio en España. A día de hoy, esta situación se mantiene y el máximo responsable en el país de Oriente Medio es el encargado de negocios interino.
Además, tres meses después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, en abril de 2022, el Ministerio de Asuntos Exteriores comunicó la expulsión de España a 27 funcionarios de la Embajada de la Federación Rusa en Madrid, entre diplomáticos y otro personal adscrito a la legación, como respuesta a los crímenes cometidos. Sin embargo, no retiró al embajador español en Moscú, en línea con la estrategia de los países de la UE.
Otro ejemplo histórico de una situación similar sucedió en 1980, cuando España decidió romper relaciones con Guatemala debido a la muerte de 39 personas tras el asalto de la policía del país a la embajada española, en plena guerra civil en el estado centroamericano.
En este sentido, durante los últimos años del franquismo también sucedió un episodio de estas características, en este caso con Portugal en 1975. Cuando la dictadura daba sus últimos coletazos, dos meses antes de la muerte de Franco, el régimen decidió realizar cinco fusilamientos. Este hecho provocó el asalto y posterior incendio a la embajada española en Lisboa y estuvo cerca de matar al entonces embajador. La dictadura decidió retirar al embajador, que regresó con la llegada de la democracia.
Por último, un hecho que sí ha sucedido de manera repetida en la historia reciente de España ha sido la expulsión de embajadores de países extranjeros. Además de los ya mencionados, en 2011, con la primavera árabe en auge, el representante de Libia fue invitado a salir. Lo mismo sucedió en 2017 con el más alto representante de Corea del Norte. Dos años después, en 2019, España expulsó a tres diplomáticos de Bolivia como respuesta la idéntica decisión que habían tomado.
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Carlos de Barrón
Escribo sobre actualidad en Cadena Ser.com, con especial interés en la información internacional. Empecé...