El Real Madrid supera a Olympiacos (87-76) y se mete en la final de la Euroliga

El Real Madrid quiere seguir haciendo historia. Los blancos, liderados por Chus Mateo, defenderán la corona en la gran final de la Euroliga después de un auténtico recital frente a Olympiacos (87-76), sobre todo en los dos primeros cuartos, cuya ventaja les fue suficiente para poner los dos pies en la gran final de la Euroliga que disputarán contra el Panathinaikos griego.

En el partido siempre pasó lo que el Real Madrid quiso. El dominio fue brutal y la losa de aquella histórica canasta de Llull en el último segundo en la final del año pasado contra los griegos parecía estar muy presente en la cabeza de los rivales. El acierto desde la línea de tres fue clave. Solo en el primer cuarto, la estadística estaba en 6 de 8 intentos. La precisión desde el triple desniveló completamente un partido que esperábamos más equilibrado.

La distancia iba a más y el Real Madrid se situó con una más que suficiente ventaja de veinte puntos. Olympiacos, incapaz de reaccionar, no lograba fluidez en los ataques y la defensa hizo aguas por completo ante el poderío ofensivo de los de Chus Mateo. Eddy Tavares fue el líder de un auténtico baño en el primer tiempo de esta segunda semifinal de la Final Four de la Euroliga. El tercer cuarto fue la demostración de que el trabajo estaba bien encarrilado, pero no hecho. La distancia se redujo hasta prácticamente la mitad y la frialdad del público se transformó de nuevo en presión y en una pequeña parte de Atenas desplazada a Berlín.

La primera vez en el partido que Olympiacos estuvo a menos de diez puntos llegó a siete minutos para el final del partido. Los griegos se agarraban al partido, pero los blancos se mostraban muy sólidos evitando la reacción de los de Bartzokas en Berlín.

“Hacía mucho tiempo que no veía un partido con estos registros anotadores en esta fase de la Euroliga”

—  Nino Buscató

La entrevista a Chus Mateo

Chus Mateo habló en El Larguero esta semana sobre los retos que presenta esta Euroliga. Sus pupilos han acabado además la temporada regular con 27 triunfos, un registro que nadie había alcanzado en el formato de todos contra todos. Esos guarismos han sido difíciles de replicar por todos sus rivales, incluido un Panathinaikos que con 23 se situó en segunda posición empatado con el Mónaco. Los griegos han reconducido su realidad tras tocar fondo en la 2022-2023, dando un vuelco a la plantilla con jugadores contrastados y poniéndolos a las órdenes del turco Ergin Ataman. La apuesta tardó en funcionar, pues acabaron la jornada 13 con récord negativo. Sin embargo, con mayor protagonismo del talentoso Kendrick Nunn, fueron mejorando sus prestaciones hasta colarse entre los cuatro mejores por primera vez desde el 2012.