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¿Qué implica el reconocimiento de Palestina como Estado por parte de España, Noruega e Irlanda?

Pedro Sánchez ha informado desde la Moncloa que es la "única manera de avanzar hacia la paz"

Pedro Sánchez Palestina

Pedro Sánchez y el primer ministro irlandés, Simon Harris, en una reunión en Dublín para acordar su acción conjunta para reconocer a Palestina como Estado. / Europa Press News

Pedro Sánchez y el primer ministro irlandés, Simon Harris, en una reunión en Dublín para acordar su acción conjunta para reconocer a Palestina como Estado.

Este martes 28 de mayo, España hace oficial su reconocimiento a Palestina como Estado anunciado el pasado miércoles. "Lo vamos a hacer por tres razones que se resumen en tres palabras: por paz, justicia y coherencia", señalaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y asegura que es la "única manera de avanzar hacia la paz". España lo hace en una acción conjunta con Irlanda y Noruega, que se suman a la larga lista de más de 140 países que ya reconocían su soberanía, aunque muchos en el mundo occidental, entre los que se encuentra Israel, siguen sin hacerlo.

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Desde su anuncio en el Congreso de los Diputados, España ha sido víctima de diversas amenazas por parte del Gobierno de Israel. Este mismo lunes, en una nota diplomática dirigida a la embajada española en Israel, notificaba que impide a España ofrecer asistencia consular a los palestinos. "No toleraremos que se dañe la soberanía y la seguridad de Israel. Quien dé un premio a Hamás e intente establecer un Estado terrorista palestino no estará en contacto con los palestinos. Estamos en el año 2024. Se acabaron los días de la Inquisición", recogía la nota.

¿Qué implicaciones tiene el reconocimiento de Palestina?

El reconocimiento internacional de Palestina como estado independiente ha sido el principal objetivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) desde 1988, en una sesión extraordinaria del Consejo Nacional Palestino. Este mes de mayo, la Asamblea General de la ONU celebró una votación histórica en la que 143 de los 193 países miembros, aprobaron una resolución para que el Consejo de Seguridad reconozca a Palestina como miembro de pleno derecho en las Naciones Unidas. De los países con derecho a voto, nueve se opusieron a la resolución, 25 se abstuvieron y 16 no asistieron. En la actualidad, Palestina cuenta con estatus de observador permanente de la ONU desde 2012.

La profesora de Relaciones Internacionales y Directora de la Sección Departamental de Relaciones Internacionales e Historia Global de la Universidad Complutense de Madrid, Dolores Rubio García, asegura que el reconocimiento de Palestina como Estado por parte de España, Irlanda y Noruega es "meramente simbólico". "Seguimos en el mismo lugar en el que estábamos porque una paz duradera implicaría otra serie de comportamientos por parte de otros estados, como las grandes potencias como Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña", explica.

Para que Palestina pueda convertirse en un miembro de pleno derecho de la ONU, necesitaría la aprobación del Consejo de Seguridad del que estas potencias son miembros permanentes. Sin embargo, Rubio García no ve posible que estos países vayan a cambiar su postura en el camino al reconocimiento de Palestina. "Es difícil que Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, estados que han propiciado la creación del Estado de Israel, vayan a ir en su contra. Hay toda una serie de intereses creados que lo que han ido es en aumento", afirma.

La viabilidad de la solución de los dos estados

Aunque la movilización de España, Noruega e Irlanda aboga por la resolución mediante el reconocimiento de los dos estados, algunos expertos plantean la posibilidad de que esta salida haya quedado obsoleta. "Hace pocos meses, le comentaba a mis alumnos que la solución de los dos estados ya no era viable. Existe una colonización en territorio cisjordano, con todo un régimen de control exhaustivo de la población palestina y en Israel nadie tiene capacidad de evacuar 700.000 colonos, por lo que es muy difícil que esto se pueda articular", explica Guillem Farrés, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Oberta de Catalunya (UOC); y reconoce que hay muchos diplomáticos que ya plantean la posibilidad de "ir pensando en un único estado democrático y laico; y terminar con el régimen de 'apartheid' sobre la población palestina".

Sin embargo, Farrés admite que nunca antes se había visto a un Alto Representante de Exteriores de la UE como Josep Borrell, tan firme en su defensa de la resolución de los dos estados, por lo que, aunque "antes lo veía rotundamente imposible", ahora "lo ve poco probable". Farrés coincide con Víctor Pascual, Director del Área de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), en que la resolución dependerá de la presión de internacional, aunque Pascual ve "el plan de partición de 1947 como la única solución viable" para ambos países.

¿Qué gana España con esta medida internacional?

El Real Instituto Elcano ha publicado un barómetro analizando la opinión pública de la población española sobre el conflicto entre Israel y Palestina. Los resultados muestran que a la pregunta, "Acuerdo o desacuerdo con la frase 'Los Estados europeos deberían reconocer ya al Estado de Palestina'", el 78% de los españoles se ha mostrado a favor. Asimismo, el 60% de los cuestionados ha asegurado que la solución de los dos Estados es la mejor opción para poner fin a la violencia, frente a un 37% que defiende la solución de un Estado.

Sánchez cree que es esencial que Palestina vea reconocido su lugar. "Es una decisión que no adoptamos contra nadie. España va a seguir apoyando Palestina. No lo hacemos en contra de Israel, un pueblo amigo y con el que queremos tener la mejor relación posible", afirmaba este martes desde La Moncloa.

"España busca apoyar la causa palestina, siendo un acto más bien simbólico que con un efecto jurídico directo", explica Pascual, e incide en que las relaciones entre nuestro país y Palestina no van a cambiar. "España no va a abrir embajada en Palestina, sino que va a mantener la que está en Israel y, en el caso de Palestina, va a seguir manteniendo su Oficina de Representación Diplomática", añade. Para Dolores Rubio, "España no gana mucho" con esta medida, pues está recibiendo amenazas constantemente por parte del Estado de Israel, y no confía en que esto pueda provocar un 'efecto imitación'. Tanto Farrés como Pascual explican que el reconocimiento de países occidentales junto a las declaraciones de los tribunales internacionales provocarán un desgaste en Israel, "pero no harán que finalice el conflicto de un día para otro". "Es difícil que en el ámbito de la Unión Europea se tome una opinión conjunta, pero el objetivo es que este reconocimiento se amplíe a otros", afirma Pascual.

Víctor Pascual incide en que "Israel siempre adopta una postura muy defensiva, no acepta la crítica". "España quiere seguir manteniendo relaciones normales con Israel y, a pesar de la subida de tono, no creo que vaya a cambiar. Ya lo vimos con Suecia en 2014, cuando reconoció a Palestina como Estado. Israel suspendió sus relaciones, pero a los seis meses volvió el embajador a Estocolmo. Más allá del desencuentro, podemos pensar que las consecuencias para España no van a ser especialmente graves", estima Pascual. Además, considera que la iniciativa de España ha sido "inteligente", al impulsarla de forma conjunta con Noruega e Irlanda, movilizando la opinión pública europea y dispersando los efectos.

La visión de España en el ámbito internacional

Estados Unidos juega un papel clave como firme aliado del país hebreo y miembro permanente del Consejo de Seguridad, siendo uno de los principales opositores al reconocimiento de Palestina. "España puede facilitar el camino y romper tabúes, haciendo visible que otras medidas son posibles, pero en el caso de Estados Unidos, no será nuestro país quien guíe", dice Farrés, pero confía en que las bases demócratas y movimientos judíos importantes del país americano, que piden sanciones a Israel, consigan cambiar la opinión pública y provoquen un cambio de posición respecto al conflicto.

Farrés asegura que "la doble vara de medir de Europa está afectando a la opinión del Sur Global", pero esta iniciativa por parte de España tiende puentes con nuestros vecinos, especialmente en la zona Mediterránea a la que pertenecemos. "Es todo discurso, pero se aproxima a los discursos de otros estados del Sur Global, facilitando encuentros comunes", explica. "Frente a otros actores, se enfrenta como un independiente de Estados Unidos, con agencia propia y capaz de tomar iniciativa en una causa que, desde el Sur Global se ve más justa", añade.

Laura García del Valle

Laura García del Valle

Periodista y SEO. Viví en Londres durante 5 años, pero la COVID me obligó a hacer las maletas y volver...

 
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