La Selección Española todavía reniega a desprenderse de todo aquello que rememora tiempos de bonanza y celebración continuada. Más de una década ha pasado ya de aquello, cuando «La Roja» fue capaz de hilar títulos consecutivos de Euro, Mundial y Euro, por lo que sólo un talento innato podría continuar defendiendo la camiseta en pleno 2024, cuando el combinado ahora dirigido por Luis de la Fuente aspira a repetir gloria en la Eurocopa de Alemania 2024. Si aplicamos al fútbol aquella extendida frase de «lo difícil no es llegar, sino mantenerse», Jesús Navas, a escasos meses de poner fin a su carrera, ha elevado el nivel hasta límites insospechados. Es sabido que el capitán del Sevilla FC se despedirá del fútbol profesional el próximo mes de diciembre. Sin embargo, sus 38 años actuales no han sido impedimento alguno para mantenerse en la élite. Aquel joven que despuntó en el primer equipo hispalense como un extremo de lo más escurridizo, eso sí, ha tenido que readaptar su juego a su edad y a las necesidades de sus vestuarios. Y reconvertido en lateral derecho, todavía mantiene su sitio entre los mejores de su posición, como ha puesto de manifiesto la última citación del seleccionador español. En 2024, Jesús Navas parte con el previsible objetivo de disputarle la titularidad a un Dani Carvajal que, nada más conquistar su sexto título de Champions League, se antoja como una de las competencias más potentes de esta España. El de Los Palacios es un surtidor constante de centros rápidos y precisos, un pulmón en la banda con combustible para incorporarse una y otra vez y también voz de la experiencia en un vestuario repleto de jóvenes promesas. Nadie aparte de él sabe lo que significa ganar una Eurocopa como la que afrontan este verano. De hecho, muy lejano queda para el resto de los 25 convocados aquel 2010 que supuso la primera gran cita internacional para Jesús Navas. El sevillista debutó a lo grande con 23 años y a las órdenes de Vicente del Bosque. Adoptando un rol secundario, el extremo por aquel entonces se presentó como un agitador especialista en segundas mitades. Y aunque sólo participo en tres encuentros en el torneo que desembocó en la primera estrella sobre el escudo de la Selección Española, fue determinante en la jugada más emblemática del fútbol español. Navas inició el contragolpe frente a Países Bajos en el minuto 116 de la gran final con una cabalgada que, como todos sabrán, terminó con el gol de Iniesta y el 0-1 que proclamó a España campeona. Tras ello, Navas se asentó entre los mejores futbolistas del país. Ya nadie se extrañó de su llamada para participar en la Euro 2012, en la que su gol en la fase de grupos ante Croacia supuso un alivio enorme para unos españoles que sufrieron lo indecible en ese partido. Porque a «La Roja» le costó en el famoso campeonato que acabó dignificando la figura del «falso 9», sobre todo después de golear a Italia en la gran final. No toda la andadura del andaluz en la Selección ha sido de color de rosa. De hecho, dejó de entrar en los planes de Del Bosque a las puertas del Mundial 2014, iniciando así una etapa sin ir convocado que se prolongó durante casi un lustro. Fue Robert Moreno quien le tendió la mano para regresar a las concentraciones después de tanto tiempo en el ostracismo. Y aunque nunca llegó a encajar del todo en la idea de Luis Enrique, alternando citaciones con ausencias, el mando de Luis de la Fuente sí ha depositado en él confianza plena. Jesús Navas reapareció justo a tiempo con España para la Final Four de la última UEFA Nations League, que significó un nuevo récord en el mundo del fútbol. Titular ante Italia y Croacia, el sevillano se reafirmó aquí como genio y figura a nivel Mundial al sumar un nuevo título a su palmarés. Pionero en alzar Mundial, Eurocopa y Liga de Naciones, el capitán del Sevilla FC afronta unos días que pueden elevar aún más el nivel de una gesta ya única.