Kaja Kallas, la némesis de Putin
La Primera Ministra de Estonia está en la lista de personas en busca y captura de las autoridades rusas y tiene todas las papeletas para convertirse en la voz de Europa frente a los excesos de Moscú en Ucrania
A Kaja Kallas, nacida en Tallin cuando era territorio de la Unión Soviética, no le tembló el pulso cuando Rusia invadió Ucrania: decidió en ese mismo momento quitar de la vista los monumentos y referencias de la presencia rusa en Estonia. Desde ese instante, su voz ha sido una de las que de forma más continuada y constante ha mostrado el respaldo de su país a la resistencia ucraniana. Y desde ese momento también se convirtió en enemiga de Vladimir Putin.
Esa decisión provocó que Moscú la haya incluido en su lista de personas a las que considera en busca y captura. Kallas reaccionó casi de inmediato con un comunicado en el que no se plegaba a la amenaza de Putin. "Rusia puede creer que al emitir una orden de arresto ficticia silenciará a Estonia. Me niego a que me silencien: seguiré apoyando abiertamente a Ucrania y abogando por el fortalecimiento de las defensas europeas", dejó escrito la dirigente estonia.
Ha sido además de las primeras mandatarias en felicitar a Ucrania y a Moldavia por iniciar sus negociaciones para salir de la órbita rusa y entrar a formar parte de la Unión Europea.
Kallas asumirá previsiblemente la representación de la política exterior europea que ha venido asumiendo el español Josep Borrell, quien también ha mantenido una línea crítica con Rusia y con Israel que en ocasiones ha ido más allá incluso de la posición oficial de la propia presidenta de la Comisión. Miembro del liberal Partido Reformista de Estonia, Kallas es la primera mujer que dirige ese país y conoce bien la política europea, ya que ha sido eurodiputada.
Durante su periplo por Bruselas y Estrasburgo, Kallas estuvo en grupos de trabajo sobre el mercado único digital y es considerada una experta en el comercio tecnológico. Entre los informes en los que estuvo como ponente tocó temas como la privacidad digital o las normas que rigen la robótica.
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Su nombramiento está en los rumores de la política comunitaria desde hace días y despierta un respaldo unánime con una excepción: la de la italiana Giorgia Meloni, quien según los medios italianos era reticente a facilitar el nombramiento de una representante de los liberales a quienes intenta adelantar en la Eurocámara y sumar respaldo desde sus filas para su grupo de diputados de extrema derecha.
Amplio respaldo en Estonia
Kallas venció en las elecciones estonias del pasado año doblando en porcentaje a su rival más inmediato. La campaña estuvo protagonizada por aspectos relacionados con la guerra de Ucrania y la amenaza de Rusia, con quien Estonia comparte casi 300 kilómetros de frontera. Y en ese ámbito, la postura de Kallas cada vez que viajaba a Bruselas la convirtió en poco menos que imbatible. "Cuando se habla de apoyar a Ucrania y contrarrestar a Rusia, el entendimiento entre el gobierno y la oposición es total. La oposición está en el mismo lugar que Kaja Kallas en este asunto, en lo que tiene que ver con hacer frente a Rusia", nos reconoce desde la Universidad de Tartu el politólogo Stefano Braghiroli.
La dirigente estonia ha alertado en más de una ocasión del parecido en algunos aspectos que tiene esta época con la de hace un siglo, haciendo un llamamiento a Europa para que recuerde los estragos de la Guerra Civil española, el auge del fascismo de Mussolini o el nazismo. Ante el Parlamento Europeo llegó a narrar en 2022 que es nieta y bisnieta de personas deportadas a Siberia en su día por el régimen de Stalin. Por ello, siempre ha sostenido que si se permite que Rusia siga avanzando en Ucrania, con el tiempo otros países del este estarán amenazadas por el ansia expansionista de Putin.
Kallas considera que el período de gobierno soviético sobre Estonia fue en la práctica una invasión colonial y, de hecho, Estonia es uno de los países que supera con creces el porcentaje de gasto en Defensa con respecto al Producto Interior Bruto nacional que espera la OTAN de todos sus miembros. La Alianza espera que al menos dediquen un 2% a ese fin, porcentaje que en Estonia se eleva al 3,4%. El jefe del ejército del país báltico ha pedido que esa inversión alcance el 5% ante la amenaza de Rusia.
Apoyo a Israel y a la presencia de Palestina en la ONU
Si finalmente Kallas asume el cargo de Alta Representante de la Unión para la Política Exterior tendrá que marcar la línea común europea con respecto a la guerra en Gaza, que de momento ha protagonizado la denuncia constante de Borrell por los bombardeos masivos de Israel contra civiles.
La dirigente estonia se ha posicionado del lado de Israel desde el momento en que este país sufrió los atentados terroristas de Hamás en octubre, pero con el paso de los meses la política exterior de su país ha ido virando lentamente. Tanto es así, que el país votó a favor de la resolución de la Asamblea General de la ONU para que Palestina sea reconocida como miembro de pleno derecho de ese organismo, paso adelante que no dieron sus vecinos bálticos, con los que suele compartir bastantes puntos de la política exterior.
Deberá dimitir
La ley estonia no obliga a que Kallas deje de ser Primera Ministra mientras sea candidata a liderar la diplomacia europea según ha aclarado esta semana el Secretario de Estado del país báltico, quien añadió que si finalmente sí es nombrada como Alta Representante entonces sí que deberá abandonar el cargo.
La legislación nacional sí establece esa obligación en el caso de que un político estonio sea nombrado Comisario, pero no refleja de modo explícito que sucedería en este caso con un cargo especial dentro del gobierno comunitario. No obstante, el Secretario de Estado asumió que Kallas deberá centrarse en su nuevo rol.
Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó...