En lo que se refiere a gastronomía, el verano podría resumirse en cuatro o cinco productos: gazpacho, sardinas, helado, horchata... ¡y sandía! En realidad, hay otras frutas de temporada: melón, melocotones... Pero la sandía es, probablemente, la más icónica de todas. Según el Informe de Consumo Alimentario de 2023, presentado hace pocos días, el consumo en los hogares de melón y sandía —no distingue entre ambas— aumentó un 3% el año pasado hasta los 13,4 kilos por persona, con un gasto per cápita de 17,14 euros por persona y año. El precio medio de estas frutas, además, si situó en 1,28 euros/kilo, lo cual supone que la inflación les afectó menos que a la media de las frutas y hortalizas. Cada vez es más habitual, además, encontrar sandías sin pepitas, ¡mucho más fáciles de comer! Una fruta híbrida que no tiene nada que ver con los transgénicos, pero sí con la biología celular. La primera sandía sin pepitas, de hecho, se cultivó en Japón en 1939, gracias al científico Kihara Hitoshi. Pero ahora se han convertido en un producto muy común. Sea como sea, superados los problemas de abastecimiento del verano pasado, debidos en buena parte a la sequía, comprar sandía —verde, rallada o sin pepitas— ya no supone ningún problema. A estas alturas de verano, de hecho, las fruterías ya se abastecen de la huerta almeriense, murciana y castellano-manchega, por lo que la oferta aumenta y los precios empiezan a bajar. A nadie se le escapa que muchos supermercados usan un determinado producto como reclamo para atraer a nuevos clientes y, en verano, eso ocurre a menudo la sandía. Según los datos del «Observatorio de supermercados» de la Cadena SER, por ejemplo, en la tercera semana de junio fueron los supermercados Dia los que más bajaron el precio de la sandía, hasta los 0,79 euros/kilo: un 34% menos que Lidl, Carrefour o AhorraMas (1,19). Esta semana, sin embargo, el precio más bajo de la sandía lo ofrece Lidl (0,59 euros/kilo), superando a las otras tres grandes cadenas de distribución de alimentos: Dia (0,77), Mercadona (0,86) y Carrefour (1,15). Al fijarnos solo en el precio/kilo, además, la diferencia puede parecer poco significativa, pero al calcular el precio de una sandía media, de cuatro kilos, ya se nota bastante más. En Lidl, una sandía de ese tamaño valdría 2,36 euros, mientras que en Dia ascendería a 3,08; en Mercadona, 3,44; y en Carrefour, 4,60. La diferencia entre comprar una sandía de cuatro kilos en Lidl y Carrefour, por lo tanto, sería de 2,24 euros. La diferencia, de hecho, es de un 49% (la mayor de todos los artículos analizados). Al calcular el precio de una cesta básica que, además de sandía, incluye huevos, arroz, leche, yogures, pan, lentejas, tomates, pechuga de pollo, aceite de oliva virgen extra y patatas a granel, el supermercado más barato de los cuatro vuelve a ser, una semana más, Lidl (31,73 euros), seguido de de Dia (33,38), Mercadona (33,65) y Carrefour (36,43).