Idealizar el pasado: cómo la melancolía opaca las soluciones colectivas y el progreso
Clara Ramas, autora de "El Tiempo Perdido", pasa por A vivir para hablar sobre el anhelo social de una Edad Dorada que no existió
La entrevista | "Ya no tenemos una cosmovisión estable que ordene el mundo y eso genera angustia"
Madrid
La melancolía es un arma que trasladada al pensamiento político puede acarrear cierto peligro cuando el progreso es evidente. Las redes sociales reflejan el sentir interno de una sociedad bajo la manta del anonimato. En ellas se puede observar un apego a los valores tradicionales que se resiste a marchar y que se aprecia en polémicas como la de las 'tradwife'.
La búsqueda de soluciones desde el marco de acción individual ha sido la alternativa principal a la falta de confianza en la clase política, los encargados de proporcionar soluciones a muchos de los problemas sociales de una población determinada. Clara Ramas es filósofa, investigadora y profesora en la Universidad Complutense de Madrid. También ha escrito El tiempo perdido, un ensayo acerca de la melancolía y de cómo los nuevos melancólicos anhelan una Edad Dorada que jamás existió.
"Ya no tenemos una cosmovisión estable que ordene el mundo y eso genera angustia", comenta Ramas sintetizando algunos de los motivos por los que existe un desencanto con el tiempo actual en el que viven los nuevos melancólicos. Ramas añade que se trata de "echar de menos no tanto lo que ha ocurrido sino lo que no ha ocurrido aún y que anhelamos como espacio de libertad".
"Se considera que las soluciones no son colectivas y que la única solución son los burpees que haces a las 5 de la mañana", afirma. La aparición de fenómenos como el de Llados, un millonario que vende cursos para llegar al "éxito", proliferan como solución ante la desvinculación con las soluciones comunes. "Tú no puedes ser un ciudadano si no tienes garantizadas condiciones mínimas de independencia civil, Kant ya lo decía así", explica Ramas. La preocupación por cuestiones individuales que verdaderamente son colectivas no son resueltas desde las políticas colectivas.