Del FOMO al FOBO: menos es más

Madrid

"A simple vista puede parecer que somos unos cascarrabias que pensamos que el mundo está fatal, que todo es un desastre, que quedan cuatro días para el colapso y que esto solo lo soluciona el meteorito, pero la verdad es que el ser humano es un animal extremadamente optimista y lo demuestra cada día. (…) Fíjate si somos optimistas empedernidos que en verano vemos un restaurante o un chiringuito donde en la carta o en los letreros, con tipografías de lo más variado, se anuncian cocas, pizza, paella, mariscada, pasta, burgers, mojitos, caipirinhas, tostadas con mantequilla y pokebowls y entramos alegres al son de “¡mira! ¡Podemos comer aquí!” y ¿por qué no? Así hay elección para todos los gustos. (…) Hasta hace poco era habitual que hubiera uno o dos platos que encumbraran a los restaurantes y por ellos se los visitaba. Tenían fama sus elaboraciones, no el nombre del chef o el restaurante al completo en sí. (…) Seguro que os suena el acrónimo FOMO, que ahora está muy de moda, el (Fear Of Missing Out) (…) Al FOMO se le ha bautizado como la “ansiedad del milenio”, debido sobre todo a su relación con la dependencia de las redes sociales que desemboca en la obsesión de estar siempre conectado para no perderse nada de lo que ocurre. Pues bien, el creador del concepto, Patrick McGinnis, un escritor norteamericano, es también el padre de la idea de FOBO (Fear Of Better Options), la incapacidad de tomar una decisión por miedo a no conseguir identificar cuál es la mejor.