"Nos han ofrecido mucha pasta": la tajante respuesta de Amparo Llanos sobre si Dover volverá a los escenarios

Madrid

¿El indie ha muerto? ¿Pueden las guitarras seguir compitiendo con el reguetón? ¿Qué queda de los grupos underground de finales de los 90? De la movida madrileña, idealizada y añorada por muchos, se han escrito ríos de tinta. Al indie español, en cambio, a menudo se le ha tratado con cierta condescendencia e incluso algo de desprecio, por ser minoritario o por parecerse demasiado a la música anglosajona. Pero el tiempo ha demostrado la influencia de un montón de grupos que, sin sonar en la radiofórmula, han acabado siendo parte fundamental de la cultura española contemporánea.

Nada de eso hubiera sido posible sin la contribución de medios como Rockdelux, Mondo Sonoro o Radio 3, y de discográficas como Subterfuge, Elefant, Limbo Starr, Bankrobber, Discmedi, Acuarela, Mushroom Pillow, Jabalina, Sonido Muchacho... También de festivales que empezaron siendo algo muy pequeño y han acabado siendo algo enorme, como el FIB, el Primavera Sound o el Sonorama.

Pero lo más importante son los grupos —Surfin Bichos, Los Planetas, Deluxe, Mishima, Nosoträsh, Christina Rosenvinge, Antònia Font, Love Of Lesbian, Supersubmarina, Lori Meyers o La Bien Querida, entre otros— y, por supuesto, sus canciones. Pero ha pasado mucho tiempo, desde que todo eso empezó. Sidonie ha sabido sintetizarlo de forma muy cruda en uno de los versos de No salgo más: "Estoy a gusto hasta que alguien se me acerca y me dice: 'Te he reconocido. Mi madre es muy fan'".

Hacer las cosas de otra manera

Una de las primeras historias mayúsculas del indie fue la de Dover, que gracias a canciones como Serenade o Devil came to me, en poco tiempo pasó de banda desconocida a vender un millón de discos. "Fue algo impresonante", ha reconocido Amparo Llanos en la sección de Fuego y Chinchetas en A Vivir.

Más allá de la influencia sonora de grupos como The Jesus And Mary Chain, Nirvana o My Bloody Valentine, el éxito de Dover supuso un antes y un después para una discográfica tan pequeña como Subterfuge, y también la prueba de que se podían hacer las cosas de otra manera. ¡Eso era el indie!

"La cosa ha ido evolucionando, como todo en la vida, pero el indie empezó siendo un tipo de música que se hacía sin grandes expectativas de vender o de llegar al gran público, y eso te daba mucha libertad creativa. ¡Podías hacer lo que quisieras! No había presupuesto, pero sí mucha creatividad y muchas ganas", detalla Amparo Llanos.

De la fábrica de Bollycao al FIB

Otro de los artistas más destacados (y prolíficos) del indie es Antonio Luque, conocido como Sr. Chinarro, que ya ha publicado 22 discos en 30 años de carrera. Pero el autor de Una llamada a la acción o Del montón no siempre ha podido vivir de la música. "Yo trabajaba como encargado en la fábrica de Bollycao, pero me despidieron... y Jota (Los Planetas) me ayudó a grabar El fuego amigo con más presupuesto y con Enrique Morente cantando en una canción".

Ampliar

Un cambio radical en su carrera que también han experimentado, a su manera, otros muchos grupos. De los primeros tiempos siguen en activo Los Planetas, Fernando Alfaro, Nacho Vegas o Christina Rosenvinge, entre otros. Pero poco a poco se han ido sumando grupos más jóvenes: Vetusta Morla, Lori Meyers, Cariño, Viva Suecia, Los Punsetes, Ginebras, Carolina Durante, Arde Bogotá...

Hay cambios que se perciben claramente y otros que se producen muy poco a poco. Unos años después del fulgurante éxito de Cigarettes, la madrileña Lourdes Hernández (Russian Red) decidió alejarse de los escenarios y, al volver, se ha llevado algunas sorpresas: "Hay muchísimas más mujeres en la industria, tanto haciendo música como en la parte técnica. Pero también ha habido muchos cambios estéticos".

"Vamos a ser como Abba"

Pero la evolución estilística ha sido una constante en la historia de la música. Los mismos Dover, por ejemplo, decidieron "empezar desde cero" después de haber triunfado con unos cuantos discos de rock... y sacaron Let Me Out. "Hubo gente que siguió abrazando el momento baile, gente que no... y también una generación jovencísima que nos conoció con este disco".

Sea como sea, lo que mucha gente sigue preguntándose es si Dover va a volver. "Vamos a ser como Abba", responde Amparo Llanos. "Por más que nos digan y que un promotor vaya subiendo la cifra para que toquemos en el aniversario de nosequé, en 2027... Nos han ofrecido mucha pasta, pero no lo veo. Yo creo que va a tener que ser con un holograma, como Abba".

"En cuanto el FIB empezó a llenarse de gente y las multinacionales a fichar grupos, ya se acabó, porque yo entendía el indie como una especie de cantera", añade Antonio Luque. "Pero cuando el dinero entendió que ahí podía haber más dinero, ya entramos en su juego y empezó otra cosa que, bueno, en realidad es mejor. Ahora escuchas un disco de Love Of Lesbian o de Arde Bogotá y todo suena perfecto y afinado. Si no coarta tu creatividad, ¡bienvenido sea el dinero!".