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Opinión

A veces el verano, cuando no puede ser nada más, es una actitud y una manera de estar

El puente más puente del año, en el mes de las vacaciones, con los pueblos en fiesta y los ecos de las verbenas

A veces el verano, cuando no puede ser nada más, es una actitud y una manera de estar | La crónica de Sastre

Madrid

15 de agosto. El puente más puente del año, en el mes de las vacaciones, con los pueblos en fiesta y los ecos de las verbenas. Ferragosto. Los días de todo el año con más desplazamientos en carretera. Y eso que es verdad que ya no hay agostos como los de antes, si hace justo una semana parece que pasaron de pronto todas las cosas en Catalunya.

A veces el verano, cuando no puede ser nada más, es una actitud y una manera de estar | La crónica de Sastre

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Parece que no haya agostos si todo va tan rápido, a golpe de reel, metidos en esta velocidad de crucero hecha de ruido y frases que buscan titulares y hasta números de escapismo. Pero -y quizá esto sea un desahogo- lo que nos faltaba ya es que nos quisieran quitar el verano y esta pausa que tanta falta nos hace, que nos permite mirar al mundo como miramos el mar, con una perspectiva sana que pone a las cosas en su sitio. Este verano le hemos preguntado muchas cosas a Manuel Vicent, pero también esta: cómo notar el mar cuando no lo tenemos delante.

Es 15 de agosto. Cada vez que parezca que los veranos no son el descanso que nos hemos ganado o que también ahora se acelere esta vorágine que a menudo no lleva a ninguna parte más que a la prisa y a la ansiedad, que nos quede al menos eso: saber que a veces el verano, cuando no puede ser nada más, es una actitud y una manera de estar.

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