Uno de los mayores pederastas de Australia se declara culpable de abusar de 60 niños
El acusado ha admitido 307 delitos penales entre violaciones, malos tratos y tenencia de vídeos porno infantiles
Ashley Paul Griffith, un hombre de 46 años nacido en Gold Coast (Australia), ha reconocido este lunes un total de 307 delitos penales ante un tribunal de Brisbane, en el estado de Queensland. Delitos que cometió entre el 2007 y el 2022 en guarderías de Australia e Italia y que están relacionados con un total de 60 niños y niñas, la mayoría menores de 12 años.
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Griffith fue detenido por la policía federal australiana en agosto de 2022 por explotación infantil, relacionada con la posesión de material pedófilo. Concretamente, las autoridades encontraron miles de fotografías y vídeos que había subido a la dark web. Más tarde, la justicia australiana le imputó más de 1.400 cargos, incluidas decenas de violaciones que las autoridades descubrieron porque Griffith tenía en su poder varios vídeos en distintos dispositivos, en los que salía él mismo abusando de menores. Sin embagro, cientos de estos cargos fueron desestimados por el juez.
Este lunes, ante una sala repleta de gente, Griffith ha aceptado uno a uno y con voz tranquila todos los cargos que ha leído el asistente del juez Anthony Rafter, provocando el llanto de algunos de los asistentes al proceso, muchos de ellos padres y madres de las víctimas. Uno de estos padres ha explicado para la cadena pública australiana ABC que le parece "difícil de creer" que el acusado haya podido cometer este tipo de actos durante tantísimos años sin que lo descubrieran. En este sentido, ha añadido que su hija ni era, ni es ahora, consciente de todos los abusos a los que fue sometida. Algo que será difícil explicarle más adelante, pero considera que, "a medida que crezca, lucharemos con eso como venga... pero será algo con lo que tendremos que luchar toda la vida".
Ahora, dentro de los cargos que el acusado ha reconocido, muchos menos de los que en un principio se le imputaban, hay 190 por malos tratos, 28 por violación, 67 por tenencia de material de explotación infantil, cuatro cargos por producir material audiovisual de abusos a menores fuera de Australia y 15 más por conducta sexual reiterada con un menor.
El tribunal tendrá que decidir qué condena marca para el detenido, algo para lo que podrían invertir más de dos días, puesto que todas las familias de las víctimas tienen derecho a leer las declaraciones que realizaron estas sobre los hechos. Según la ley del estado de Queensland la pena máxima es la cadena perpetua.