El 'Consultorio de Elena Francis' y la desesperación de varias generaciones de mujeres silenciadas: "Gracias a ellas somos lo que somos"

«Muchas veces le pido a Dios que me quite la vida». Estas son las palabras que una joven de 17 años de Mataró plasmó en una carta que luego envió al Consultorio de Elena Francis. Entre sus líneas, que son leídas este martes por primera vez por el centenario de la Cadena SER, la chica relata el maltrato de su padre y el desamparo que siente al respecto. «Estoy cansada de recibir palizas», reza la misiva. Era 1956 y los consejos que la joven podía recibir en el Consultorio de Elena Francis, un programa que marcó a varias generaciones de españoles y españolas, distan mucho de la ayuda que se ofrecería actualmente a una persona en su situación. Era otro tiempo y era otra España. Donde antes se decía «aguanta», ahora se oye un «no estás sola» o «denúncialo». El maltrato sigue ocurriendo actualmente, aunque, tal y como ha recalcado Nerea Pérez de las Heras, que ha revisado el Consulturio de Elena Francis junto a Aimar Bretos, «ahora se hace todo lo posible para que no quede impune». Fueron muchos los testimonios de mujeres que enviaron cartas al programa durante el franquismo para darle voz a sus pensamientos e inquietudes. Algunas hablaban de la soledad, otras de belleza o incluso de la vida como obreras, aunque la mayoría tienen en común la desesperación y el desamparo. El sufrimiento que plasmaron en esas cartas nos ayuda a «recordar el valor de los derechos conseguidos», ha señalado Laura Piñero. El consultorio de Elena Francis nació en 1947 en Radio Barcelona y estuvo varias décadas en antena. En el espacio, una locutora leía las cartas que las mujeres enviaban, convencidas de que Francis era real, y en las que confesaban sus problemas más personales en busca de consejos y apoyo. Era un «fenómeno público interesante y con un alto valor social», como se ha dicho en el especial, pero su dimensión real no pudo entenderse hasta 2005. «Es un fenómeno público interesante con un alto valor social», explican los conductores del especial. Ese año, cuando el programa ya llevaba más de 20 años sin emitirse, tuvo lugar un acontecimiento histórico: las cartas fueron encontradas. Las misivas, que todo el mundo pensaba que habían sido quemadas, fueron desempolvadas. A partir de entonces, se empezaron a considerar bien de interés público. Esos mensajes cuentan una historia que ya casi estaba olvidada, hablan de «una generación de mujeres que han quedado silenciadas», ha relatado Pérez de las Heras. A medida que los años iban pasando, y con la llegada de la Transición, las respuestas de Elena Francis fueron evolucionando. En ese momento, el divorcio ya estaba permitido y «confesarse enseguida» ya no era la solución para todos los problemas. Ahora, el consultorio ya no existe pero las mujeres pueden seguir compartiendo sus problemas mediante otros canales, como las redes sociales. Allí, también pueden tener una «Elena Francis» particular que las aconseje. Así, el Consultorio de Elena Francis recogió durante más de tres décadas las voces de las mujeres, que de otra forma quedaban silenciadas. Las cartas son un recorrido por la pobreza, el desamparo y sobre todo, la lucha que vivieron durante los años del franquismo. «Gracias a ellas somos lo que somos», ha concluido Pérez de las Heras.

El 'Consultorio de Elena Francis' y la desesperación de varias generaciones de mujeres silenciadas: "Gracias a ellas somos lo que somos"

La presentadora leía las cartas que le llegaban y trataba de aconsejar a todas esas personas que necesitaban ayuda y ser escuchadas

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