La Cadena SER y el Rayo Vallecano, que este 2024 comparten celebración por el centenario y SER Deportivos, justo en el día en que se cumplen 100 años de la primeras emisión de la radio (15 de octubre), ha unido ambos mundos en una emotiva entrevista. Rafael Garrido, socio número 1 del Rayo, ha sido el gran protagonista del programa de este martes, donde también ha relatado sus mayores recuerdos con el equipo de la franja y su transistor de la mano. Pacojó Delgado acudió a este particular «museo rayista» de Rafael Garrido, repleto de recuerdos e imágenes históricas, para grabar un documento único, donde el aficionado más especial de este club «de barrio» se ha abierto en antena. «Mi primer recuerdo del fútbol es el Rayo Vallecano», desveló en primera instancia, haciendo memoria de unos primeros años en los que ni siquiera la famosa franja era seña de identidad: «Les he visto jugar en blanco, como el Madrid. Luego cambiaron y han ido haciéndolo así continuamente. Han ido haciéndolo con un color, con otro... pero siempre con la franja». Su pasión por el Rayo, nos contó, va mucho más allá que su pasión por el fútbol. «Veo todos los partidos, pero no me gusta ningún equipo nada más que el mío», reveló, además de una anécdota por la cual su amor por los colores le impidió ganar un montante de dinero significativo: «Dejé de jugar a las quinielas porque no podía ponerle al Rayo ni empatando ni perdiendo. Un día me falló con el Sestao para cobrar los 13 y acabé enrabietado», comentó. Garrido se consideró un «forofo» de los que sufre «por dentro», sobre todo cuando lleva las narraciones de «Carrusel Deportivo» de fondo: «Me pongo a 100, no puedo remediarlo. Me quedo más tranquilo en el campo». «El partido radiado tiene que ser emocionante, estáis fenomenal», aseguró a continuación, desvelándonos incluso cómo le hemos acompañados hasta en citas especiales de su vida: «Fui a un bautizo y me llevaba el transistor en la gabardina. Vino una prima de mi mujer en un bautizo y le dijo no sabía que Rafa está sordo, y era que estaba escuchando al Rayo. He ido a bautizos, a bodas, al teatro y a ver películas con la radio. Lo llevo dentro». En este tiempo siguiendo al club, el socio ha constatado una evolución «para arriba» tanto en la sección masculina de su club como en la femenina, a la que tampoco pierde la pista: «En el año 90 fui a ver el Rayo de las mujeres y me salí en el primer tiempo, ahora da gusto verlas. Ahora, como la mujer está acostumbrada a ver fútbol, ha mejorado mucho». El «museo» de Rafael Garrido «está abierto para los jugadores», que ya han visitado su particular altar en más de una ocasión, como a estrellas de más allá del deporte. «Les dejé cosas para hacer la película Volver. Yo quería cederlo, pero tuve que coger 100€ porque si no Almodóvar se iba a enfadar. Iba a dejarlo con mucho gusto», admitió. En última instancia, Garrido se mostró «muy contento» por el devenir del Rayo Vallecano en la actual temporada y cerró su entrevista con un bonito manifiesto cargado de rayismo: «Mi vida sin el Rayo sería muy aburrida. A veces me da mucha tristeza, sobre todo cuando empatamos o perdemos, pero estoy deseando ya que suba 30 puntos y no sufrir. Así vivo la vida de maravilla. Si no, estoy encogido», nos confió en unos minutos que ya forman parte de la historia de la SER y de la familia del Rayo Vallecano.