Nostalgia de la normalidad
"La catástrofe es un presente perpetuo, ahora por otras vías: el olvido ajeno, el abandono, las promesas incumplidas, la violencia burocrática, y, por supuesto, las ausencias imposibles de llenar"
Nostalgia de la normalidad
02:40
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1730631518167/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Galicia
Sabemos cuándo empieza una catástrofe, pero ¿cuándo acaba? Hay algo en la destrucción que se sustrae siempre a la vista, que reniega de los testigos, algo que continúa cuando el mundo deja de prestarle atención, incluso cuando la víctima piensa ingenuamente que ya lo peor pasó, pues el mundo reclama ficciones para seguir adelante y hacer como si nada hubiese ocurrido. El recuento de muertos, las cifras de desaparecidos, que con el tiempo serán muertos también, el testimonio de los vivos, los automóviles amontonados unos sobre otros, los muebles flotando por las calles, las líneas en las paredes que marcan hasta dónde llegó el agua, las carreteras rotas, los puentes arrasados por la corriente, el color marrón de los ríos desbordados, los trabajadores de emergencias extenuados, el infinito escombro, las familias encaramadas al techo de sus casas, los hombres y mujeres paralizados, contemplando los estragos. Todo esto irá quedando atrás, pero ¿qué vendrá en su lugar? Para los afectados, me temo que nuevas formas de destrucción. Porque las calles se limpian, las paredes se pintan, los coches se reparan, los muebles se reponen, los ríos regresan al cauce, la electricidad a las llaves de la luz, el agua a los grifos, pero para ellos la catástrofe es un presente perpetuo, ahora por otras vías: el olvido ajeno, el abandono, las promesas incumplidas, la violencia burocrática, y, por supuesto, las ausencias imposibles de llenar, la normalidad que no se deja restituir, que vuelve la vida pura nostalgia de un futuro que una vez se soñó, y que nunca llega.