Resumen de una campaña electoral disparatada: un debate letal para Biden, el ascenso fugaz de Kamala y dos intentos de asesinato a Trump

La campaña electoral para proclamar al cuadragésimo séptimo presidente de Estados Unidos ha sido atípica. Todo comenzó hace dos años, cuando a finales del 2022, el expresidente Donald Trump anunciaba desde su mansión de Florida su intención de participar en la carrera presidencial de 2024 y volver a ocupar la Casa Blanca. A sus 78 años, el magnate de Nueva York se mostraba seguro de ganarle la batalla a su ya rival de las elecciones de 2020, el demócrata y presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Por su parte, hace más de un año, en abril de 2023, Joe Biden anunciaba su intención de luchar por la reelección en los comicios de este 5 de noviembre con un video bajo el lema Lets Finish the Job (Acabemos el trabajo, en castellano). De lograrlo, el demócrata hubiese dado comienzo a su segundo mandato, uno que hubiese finalizado a la edad de 86 años. Así, este año comenzaba con una campaña electoral entre dos candidatos que superarían la brecha de los 80 años durante su tiempo habitando la Casa Blanca. Las dudas sobre la capacidad de ambos para liderar unas de las principales potencias mundiales, especialmente en un contexto internacional tan delicado como es el de las guerras en Ucrania y Oriente Próximo, no eran pocas ni injustificadas. Pero los interrogantes quedaron resueltos incluso antes de que alguno de los dos pudiese poner sus manos en el trabajo. Repasamos algunos de los momentos que han marcado el rumbo de esta casi surrealista campaña electoral en Estados Unidos. Todo cambió el 27 de junio de este año, durante la celebración del primer debate electoral entre los entonces candidatos a la presidencia, Donald Trump y Joe Biden. El expresidente y el presidente de Estados Unidos debatieron durante una hora y cuarenta minutos en un encuentro emitido en la CNN, pero a Biden le hicieron falta tan solo tres minutos para hacer saltar las alarmas sobre la idoneidad de su candidatura. Los constantes titubeos del candidato demócrata y su incapacidad de responder con seguridad no lograron imponerse a las inexactitudes de Trump, ampliando en mayor medida la distancia entre ambos partidos y abriendo la puerta a una posible retirada. Casi un mes después de la fatídica noche televisiva que fue carne de meme en todo el mundo, Joe Biden anunciaba el 21 de julio la retirada de su candidatura de las elecciones del 5 de noviembre.«Si bien mi intención ha sido buscar la reelección, creo que lo mejor para mi partido y para el país es que me retire y me concentre únicamente en cumplir con mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato», escribió en una carta publicada en redes sociales. Donald Trump se encontraba hablando en un acto de precampaña en Pensilvania el pasado 13 de julio cuando comenzaron a oírse disparos, en lo que se ha considerado como un intento de asesinato. El candidato republicano fue herido en la oreja a causa de las balas del tirador Thomas Matthew Crooks que desde el tejado de un edificio cercano logró abrir fuego. El joven de 20 años fue posteriormente abatido por el Servicio Secreto, pero una persona falleció y otras seis resultaron heridas durante el ataque. El incidente vivido dejó unas de las imágenes más emblemáticas de la campaña de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre: la de un Trump con la cara ensangrentada, rodeado por su equipo de seguridad y con la mano en alto en señal de resistencia. Pero la vida de Donald Trump volvió a correr peligro dos meses después, a mediados de septiembre, cuando se encontraba en un club de golf de Palm Beach, en Florida. Los agentes del Servicio Secreto encontraron a un hombre sospechoso con un rifle entre los arbustos cuando el candidato jugaba al golf y decidieron dispararle. El sospechoso, que fue identificado como Ryan Wesley, de 58 años, logró huir en su vehículo, pero fue detenido en un control de carretera. Aunque Joe Biden no mencionó la posibilidad de entregar el relevo a Kamala Harris en su carta de renuncia el 21 julio, lo hizo unos días después en una comparecencia desde el Despacho Oval de la Casa Blanca. En ese discurso, el presidente de Estados Unidos hacía alusión por primera vez al paso del testigo a «una nueva generación» de políticos como Kamala Harris, a la que se refería como «experimentada, dura y capaz». A principios de agosto, la candidata Kamala Harris anunció su decisión de elegir al gobernador de Minnesota, Tim Walz, como su vicepresidente para las elecciones de Estados Unidos. «Me agrada compartir que he tomado mi decisión: el gobernador de Minnesota Tim Walz se unirá a nuestra campaña como compañero de papeleta», decía. Su candidatura se oficializó el 23 de agosto durante la Convención Demócrata, que se mostraba eufórica ante las posibilidades de éxito de su aspirante tras el mal inicio de campaña con Joe Biden y un proceso de selección que se tuvo que desarrollar a toda prisa. Pero el momento de máxima gloria para Harris llegó durante el debate electoral del 10 de septiembre, el segundo de las elecciones, pero el primero para la demócrata. Kamala Harris mostró contundencia en sus argumentos y lideró el debate ante un Donald Trump que se vio atrapado por sus propias mentiras y que forzó a los presentadores, David Muir y Linsey Davis, a hacer tareas de fact-checking en tiempo real. El republicano llegó a afirmar que los inmigrantes de Haití en Ohio «se están comiendo los perros, los gatos y las mascotas de la gente». Tras este debate, Taylor Swift se convirtió en la primera celebridad en mostrar su apoyo a la candidata demócrata. A la estrella del pop se han sumado figuras públicas de la talla de Bruce Springsteen, Stephen King, Beyoncé y Lady Gaga. Fue a mediados de julio cuando el hombre más rico del mundo, Elon Musk, publicó en su red social «X» su apoyo a Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos. Desde entonces, se ha volcado en cuerpo y alma para garantizar la victoria del republicano, participando en mítines y donando más de 130 millones de dólares a través de su comité de campaña «America PAC». Hace apenas dos semanas, el magnate de SpaceX y Tesla, anunció su polémica «lotería». Musk ha prometido entregar al alzar un millón de dólares diarios hasta el 5 de noviembre a votantes registrados de los siete estados clave que firmen una petición de «America PAC» para el respaldo a la libertad de expresión y el porte de armas. Según el medio The Hill, «America PAC» ha entregado 16 cheques de 1 millón de dólares y cuatro de ellos han sido para votantes registrados de Pensilvania. A pocos días de la celebración de las elecciones del 5 de noviembre, Donald Trump se volvía a ver sumido en la polémica por una serie de comentarios realizados en uno de sus mítines de campaña. El candidato republicano trataba de ganarse el apoyo de Nueva York, su ciudad natal, en un mitin abarrotado de seguidores en el Madison Square Garden, cuando unas de las personalidades que se acercaron hasta allí para arroparle habló de Puerto Rico en términos racistas. El presentador y comediante Tony Hinchcliffe declaró que «literalmente hay una isla flotante de basura en medio del océano en este momento, creo que se llama Puerto Rico». Las palabras desataron una ola de reacciones de rechazo, entre ellas de varios artistas como los cantantes Jennifer López, Ricky Martin, Luis Fonsi, Bad Bunny y René Pérez (Residente), que han rechazado estos comentarios y han pedido votar por la demócrata Kamala Harris. Desde el equipo de Donald Trump, se desmarcaron de los comentarios. «Este chiste no refleja las opiniones del presidente Trump ni de la campaña», dijo Danielle Alvarez, asesora principal de la campaña, a ABC News. A pesar de haber vivido una campaña surrealista, las encuestas muestran que las opciones presidenciales llegan al día de la votación con las opciones muy igualadas. Los pronósticos siguen dibujando un escenario de incertidumbre total en los siete estados clave que decidirán si finalmente será Kamala Harris o Donald Trump quien habitará la Casa Blanca durante los próximos cuatro años. El «New York Times» publicaba este mismo domingo una encuesta que no despeja las dudas. El diario estadounidense preveía una ventaja de tres puntos para Harris en el estado de Nevada, de dos puntos en Carolina del Norte y Wisconsin y de uno en Georgia. Sin embargo, dos de los estados del «blue wall» demócrata, Pennsylvania y Michigan, están totalmente empatados y es en Arizona donde Donald Trump consigue cuatro puntos de ventaja sobre su rival.

Resumen de una campaña electoral disparatada: un debate letal para Biden, el ascenso fugaz de Kamala y dos intentos de asesinato a Trump

Con todo, las últimas encuestas muestran que ambos candidatos llegan al día de la votación con las opciones muy igualadas

Laura García del Valle

Webs de PRISA