Joan Busquets, el último maqui español vivo: "No volveré a España porque no es una verdadera democracia"
El exguerrillero antifranquista reivindica en 'La Ventana' su derecho a indemnización por una vida perdida
Joan Busquets, el último maqui español vivo: "No volveré a España porque no es una verdadera democracia"
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Madrid
¿Cuánto vale una vida destrozada por una dictadura? ¿Se le debe poner precio o vale con una reparación simbólica? Así ha comenzado Carles Francino La Ventana de este martes, donde Rafa Panadero ha traído el testimonio de Joan Busquets (conocido como Joan 'el tranquil'), uno de los últimos maquis españoles vivos. Estos guerrilleros antifranquistas lucharon contra la dictadura durante los peores años de terror del régimen. Muchos de ellos murieron, casi todos se pegaron gran parte de su vida en la cárcel. Aunque la ley de Memoria Democrática les otorga un perdón simbólico, no contempla indemnizarlos, algo que Busquets considera injusto y por lo que ha vuelto a España a reclamar.
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Joan cree que tiene derecho a una compensación económica por pasar 20 años en la cárcel y tener que exiliarse por el acoso de la policía armada del franquismo, que nunca le dejó en paz mientras estaba libre. Busquets tiene una memoria privilegiada y recuerda a todos sus compañeros, además de detalles de su vida fascinantes. El catalán, que vive en Francia, ha vuelto a Madrid para pedirle al Gobierno a las puertas del Congreso que le reconozca como víctima del franquismo y que le indemnice con 1 millón de euros. En julio comenzó a plantear esta demanda cuando conoció la nueva ley de Memoria Democrática, que al principio le entusiasmó, hasta que leyó la letra pequeña y vio que el Gobierno no le pagaba nada porque solo es una reparación simbólica.
"Mi condena no fue simbólica", indica, preguntándose cuánto vale una vida arruinada. Busquets asegura que no es para lucrarse, sino "para pagar donde está mi compañera, que es muy caro, y hacer un museo para aquellos que han dado la vida por la libertad". Su compañera de vida, con la que lleva desde que llegó a Francia y comparte un hijo, padece Alzheimer y necesita cuidados intensivos todos los días. La presencia policial en el Congreso no ha permitido a Busquets acercarse a los diputados, pero no va a dejar de intentarlo a sus 96 años. Su abogado piensa reclamar con los principios del derecho internacional en la mano. Aunque dan por hecho que no va a haber respuesta de la vía administrativa, en enero abrirán la vida contenciosa.
La Ventana a las 16h | DANA, Maquis, Marc Amorós y la Agencia EFE
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La fascinante historia de Joan 'el tranquil'
Joan Busquets, de 96 años, es uno de los últimos maquis vivos españoles. Hijo de un sindicalista de la CNT, tuvo una infancia marcada por la Guerra Civil, que terminó cuando él tenía 11 años. "Me di cuenta del comportamiento brutal que tenían los nacionales (sublevados) cuando llegaron a Barcelona. Me críe en un ambiente podrido de una España negra en la que no había futuro para la juventud, que se marchaba al extranjero", cuenta en La Ventana. Él fue uno de los jovenes que se marchó en cuanto pudo a Francia, aunque volvió en el 1948 (con 20 años) para combatir al régimen franquista desde la guerrilla. "Era el entusiasmo, ahora veo las cosas de otra manera. La juventud es más espontánea, menos mal, sino no haríamos nada nunca", ha contado.
Busquets fue condenado a cadena perpetua, que finalmente se quedó en una condena de 30 años, de los que cumplió 20. Recuerda de su estancia en la cárcel en Valencia un hambre terrible y su dedicación para aprender a tocar el trombón, con el que se ganó algo de dinero tocando en la cárcel. Un día les pidieron tocar en la iglesia de la cárcel, algo que Busquets y otro compañero rechazaron, lo que les costó el despido de la banda de la prisión pero les valió el aplauso de 1.000 presos entusiasmados por su provación al régimen.
Al intentar una fuga se rompió el fémur y un Guardia Civil, creyendo que estaba muerto, le rompió la nariz. Tras pasar por una celda de castigo, sus compañeros presionaron tanto que obligaron a los celadores a operarle antes de trasladarle a Burgos, donde pasó el resto de su presidio. En total, 20 años y 6 días en la cárcel, algo que recuerda bien porque no le perdonarno ni los 6 días que correspondían a los años bisiestos. Salió de prisión tras pasar allí la mitad de su vida y al volver a Barcelona consiguió trabajo en una imprenta, aunque la vida ya no era la misma.
"Cuando entré en la cárcel no había semáforos. Llegué y había semáforos en todas partes, eso no lo conocía", recuerda Busquets, que rememora como la brigada política del franquismo le hizo la vida imposible. "Yo no tuve ninguna ayuda psicológica, todo lo contrario, la policía armada me hacia la vida imposible", cuenta. Un acoso que le obligó a volver a Francia, donde fue reconocido como refugiado y obtuvo una pension por invalidez por las heridas de la cárcel. Ahí conoció a su compañera de vida, que ahora padece Alzheimer y con la que tiene un hijo.
Un dels últims maquis d'Espanya ha reclamat a l'estat 1 milió d'euros com a víctima del franquisme
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"Estoy orgulloso de haber hecho lo que tenía que hacer"
Joan no piensa volver a España, un país al que no considera del todo democrático. "No se han reconocido nuestros derechos y considero que no es una verdadera democracia [...] Si yo hubiera sido el rey, hubiera hecho un referéndum. O yo o república. Si lo elige el pueblo, bienvenido sea. Que entre por la puerta grande, no por la que le abrió Franco", opina sobre la transición democática que lideró el rey emérito Juan Carlos I tras el fin de la dictadura. Además, su prioridad número uno es quedarse al lado de su compañera de vida, con quien ha sido feliz y a la que quiere "tal y como es".
El exguerrillero ha querido mandar un mensaje puntualizando de la importancia de que los jóvenes sigan creyendo en algo. "Estoy orgulloso de haber hecho lo que tenía que hacer. ¿Que no ha servido de nada? Yo creo que sí. Par el ejemplo de estos hombres que lucharon. Para mí no han perdido. Hay una gran cantidad de juventud que admira a aquellos hombres que dieron tanto", ha sentenciado Joan Busquets en La Ventana.