¿La Navidad? Siempre se hizo así

Galicia

La Navidad, ¿qué es? Y yo qué sé. Siempre se hizo así, ya está, como una inercia, un coñazo pasable, un horror que se disfruta. No hay que saber más. La frase “Siempre se hizo así” justifica cualquier aberración, también esta. A lo mejor la Navidad consiste en un pico de electricidad. O quizás solo es una exceso de costumbre. Algo que se conmemora desde hace siglos o milenios, y que si de golpe dejásemos de celebrar no pasaría nada. Pero quién estaría tan chiflado de llevar adelante esa revolución. Como mucho, la Navidad puede empezar en octubre. Tener una costumbre hace la vida más llevadera durante unos minutos, horas, o días. Representa una forma de facilidad. Se reduce a insistir con algo a lo que le pillaste el tranquillo de chaval. Que haya un tema que domines, pese a tal vez ser un inútil, te proporciona una sensación temporal de sabiduría. Nadie hace ascos a eso. Una vez al año, cuando llega diciembre, puedes decir: «Quitaos. Dejadme a mí». Este mes se reduce a repetir ceremonias, menús, regalos, que te sabes de memoria. La Navidad es lo de siempre, aunque cada año el siempre se agrava. Te cansas de ella, por supuesto, porque hacer muchas veces una cosa produce ese efecto. Pero más cansa ponerte a pensar en qué otra podrías hacer en su lugar. No pensar representa la mayor ventaja de la costumbre, y la garantía de que todo seguirá empeorando. Por otra parte, ¿quién iba a querer que el mundo fuese a mejor?