El truco casi infalible para que el cochinillo y el cordero en horno eléctrico te queden como en uno de leña
Lo primero es elegir el mejor producto, pero luego hay una serie de pasos sencillos en los que no puedes fallar, sobre todo si quieres piel crujiente y que la carne quede tan tierna que pueda cortarse con un simple plato, como en los mejores asadores
Cómo hacer el mejor cochinillo al horno si quiero que me quede como en el mejor restaurante de Segovia. Cómo hacer el mejor lechazo como mi asador de referencia. Son las preguntas más recurrentes cuando llegan estas fechas, en las que no escatimamos a la hora de elegir el mejor producto posible para nuestra reunión familiar. Y ahí es donde empieza el reto. ¿Qué trucos puedo emplear para que el horno eléctrico que tengo en casa me ofrezca un acabado similar al que me daría uno de leña? Hay que empezar diciendo la verdad: el primer muerdo que te da un horno de leña y su aroma es difícil de igualar. Igual, lo que se dice exactamente igual, no puede quedar. Sin embargo, hay una serie de pautas con las que podemos mejorar muchísimo y llegar a llorar de felicidad. Lo primero que hay que saber es que la receta empieza fuera del horno. Tan crucial es lo que ocurre antes del cocinado como lo que pasa después. Vamos con los trucos:
El mejor cordero o cochinillo que puedas permitirte. Es el paso más obvio. Cuanto mejor sea el producto, mejor quedará. En el caso del lechazo hay que asegurarse de que no se trata de un cordero de más de 30 días que haya sido alimentado con algo más que leche materna. En el caso del cochinillo, que no pese más de 5 o 6 kilos.
Atemperar la carne. En ambos casos es importante sacarlo de la nevera al menos 30 minutos o una hora antes de ponerse a cocinar. Si en el momento de meterlo al horno está a temperatura ambiente, mejor.
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Lavar o no lavar la carne. Hay quien cree que es fundamental en el caso del cordero (nunca en el del cochinillo). El agua templada le quita a la pieza las asperezas y hace que cuando te lo llevas la boca el resultado sea mucho más puro. No es algo obligatorio en la receta, pero en algunos de los mejores restaurantes de cordero lo sumergen por completo unos minutos en agua antes de secarlo al máximo (fundamental) y llevarlo al horno. Cuando entra al horno tiene que ir completamente seco.
Pinchar o no la piel. En el cordero no hay que hacerlo, pero en el cochinillo, si no le pinchas la piel antes de meterlo en el horno te saldrán burbujas (que también tienen sus fans). Con un tenedor o un cuchillo, agujerea todo la extensión de su piel y podrás incluso prescindir de la manteca.
La temperatura del horno. Todo en la vida es una cuestión de tiempo. En ambos casos déjalo al menos una hora y media a no más de 150 o 160 grados. Un primer rato largo de cocción lenta. Que se haga muy despacito entre sus jugos y solo aprieta fuerte al final para que la piel quede tostadas. Sin paciencia, nunca vas a lograr el resultado óptimo.
Nunca ventilador. Sea cual sea la temperatura de cada momento, nunca enciendas el ventilador. Siempre elige la opción de calor arriba y abajo.
El agua, siempre. Tanto para asar cochinillo como cordero, hay que generar humedad. Suele ponerse agua en un recipiente para que ésta favorezca el asado y dé como resultado una carne más tierna.
Qué diferencia hay entre cochinillo y cordero en horno eléctrico
Por resumir, depende de lo que quieras. Cada uno de ellos teine sus pros y sus contras que resumimos a continuación. Hacer cochinillo y cordero en un horno eléctrico tiene algunas diferencias clave en términos de preparación y cocción:
Preparación: El cochinillo se suele cocinar entero, con la piel hacia arriba para que quede crujiente. Solo necesitas sal y agua para mantener la receta tradicional. El cordero puede cocinarse en piezas como la pierna o la paletilla. Se suele marinar con hierbas, ajo y aceite de oliva para darle más sabor.
Tiempo de cocción: Generalmente, el cochinillo se cocina a una temperatura más baja (alrededor de 190°C) durante un período más largo, aproximadamente 2-3 horas. El cordero se cocina a una temperatura más alta (alrededor de 200-220°C) y por un tiempo más corto, generalmente entre 1.5 y 2 horas.
Textura y sabor: La piel del cochinillo debe quedar muy crujiente, mientras que la carne es tierna y jugosa. La carne de cordero es más grasa y tiene un sabor más fuerte. La piel no se vuelve tan crujiente como la del cochinillo.