¿Quién es el juez Adolfo Carretero, el magistrado que interrogó a Elisa Mouliaá, apodado 'El Pistolas'?
No es la primera vez que el titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid se ha visto envuelto en casos mediáticos y polémicos por su criterio
El duro interrogatorio a la actriz Elisa Mouliaá por el caso Errejón sigue resonando y este miércoles el Consejo General del Poder Judicial abrió expediente al juez Adolfo Carretero tras haber recibido más de 900 quejas y denuncias sobre la actuación del magistrado.
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"¿Usted le dijo que parara? Que me dejes en paz, que no me toques… ¿Dijo algo de eso?", "¿Sabe usted para qué se sacó el miembro viril?", o "¿Cuánto duró el tiempo que estuvo chupándole las tetas, tocándole el culo, el glúteo y todo eso?", fueron algunas de las cuestiones que inquirió el juez a Mouliaá.
Durante su declaración, Carretero se dedicó a cuestionar el porqué de la dimisión del político, la frase reflejada en la declaración de Mouliaá en la que ella le dijo "solo sí es sí" o si llegó a presionar a la actriz para forzar una relación dicha noche.
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Con la pistola en el juzgado
Carretero es nieto, hijo y hermano de jueces. Su padre fue magistrado del Supremo, vicepresidente del Poder Judicial y presidente de Tribunal de Cuentas. Su hermano fue alto cargo con los gobiernos de Aguirre y González en Madrid. Numerosos letrados y procuradores llaman a Adolfo Carretero El Pistolas porque alardea desde hace años de que siempre va acompañado por su revólver, un arma que ya exhibió en los pasillos de los juzgados de Valdepeñas, donde empezó su carrera, según cuentan a la SER letrados que vivieron aquel episodio a modo de advertencia.
Otras polémicas
Adolfo Carretero, con más de 30 años de trayectoria, fue responsable de casos mediáticos y polémicos. Entre ellos, la imputación del humorista Dani Mateo por sonarse la nariz con la bandera de España, un caso que él mismo archivó después de generar un considerable revuelo mediático. Además, descartó cualquier responsabilidad en el Ayuntamiento de Madrid por las mascarillas de Luis Medina y Alberto Luceño y quiso acusar por prevaricación en el Delcygate, se negó a imputar un delito de odio a un ciudadano español que amenazó con un arma a un grupo de migrantes en Madrid al grito de maricones y moros de mierda,

Carretero también llegó a absolver a un hombre acusado de disparar a un joven tras insultarle con expresiones como "moro de mierda" y "maricón", una decisión que levantó críticas por parte de colectivos de derechos humanos. Además, Carretero llegó a imputar a la periodista de la SER Pilar Velasco por no revelar sus fuentes en el caso de las bolsas de Ignacio González. En aquella ocasión también llevó a cabo un interrogatorio muy duro e hiriente que le valió incluso una reprimenda del Tribunal Superior de Justicia de Madrid por vulnerar el derecho al secreto profesional y tratar de amedrentar a la periodista.
En el Consejo General del Poder Judicial hay un profundo malestar, tanto por la difusión del vídeo de Mouliaá como por la forma en la que interrogó Adolfo Carretero. Fuentes del Consejo explican a la SER que hasta en los interrogatorios a etarras o asesinos se les deja sentarse y una botella de agua. Elisa Mouliaá estuvo de pie durante la hora y media que duró el interrogatorio, con preguntas durísimas que contravienen la ley de enjuiciamiento criminal, que recuerda que hay que tener una especial sensibilidad en estos casos de violencia de género.