"Ese es el respeto que le tenían": así despidieron al explorador más famoso de la historia
En 'El Faro' han indagado en la vida de este personaje histórico

"Ese es el respeto que le tenían": así despidieron al explorador más famoso de la historia
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
La palabra "doctor" hizo pensar de inmediato a todo el equipo de El Faro, de Mara Torres, en una frase que ha pasado a la historia: "Doctor Livingstone, supongo". Con estas palabras, el periodista Henry Morton Stanley se dirigió al explorador David Livingstone en 1871 tras encontrarlo en una aldea remota a orillas del lago Tanganica, después de haberlo buscado durante un año. La sorpresa fue que, al hallarlo, el médico se negó a regresar a África.
Mara Torres ha contado con el presidente del Centro de Estudios Africanos e Interculturales de Barcelona, Marc Roca, quien ha explicado la historia que llevó a Stanley a comenzar este viaje y el porqué de que Livingstone no quisiera marcharse con él.
Livingstone llegó a África simplemente porque quería estudiar medicina. Para ello, ingresó en la London Missionary Society, que, explica Roca, "fue muy importante durante el siglo XIX como sociedad de misiones". Él entra a la escuela de medicina y, a cambio del título de medicina y teología que tenía que obtener al mismo tiempo, luego fue enviado a misiones, primero a China y luego a África.
Más información
Allí, el inglés conoce a otro famoso misionero llamado Robert Moffat, se casa con su hija y así es como llega a la exploración, que lo cautivaría de tal forma que es mucho más conocido como explorador que como médico. Esta carrera que comienza, y por la que, dice Roca, "Livingstone se sintió casi envenenado por la exploración, intenta entender las zonas, las cuencas fluviales de la África austral y luego eso lo llevará también a relacionarlas con el Nilo, y él se queda allí".
Un periódico mandó un explorador a buscar a Livingstone
Desde Gran Bretaña entienden que a Livingstone le ha pasado algo porque "él iba enviando cartas" a Inglaterra, pero llega un momento en el que deja de hacerlo, enviando solo una carta en seis años y se crea una alarma. Por lo que a "un editor de Nueva York le parece que el tema es suficientemente interesante como para pagar un carísimo viaje de rescate porque piensa que es un proyecto periodístico importante".
Es entonces cuando el New York Herald manda a Stanley a buscar a Livingstone. Explica Roca que, aunque el británico "se siente agradecido porque lo hayan venido a buscar, no quiere irse, él ya ha dado su vida para lo que está haciendo". Su mujer y su hermano habían muerto y no tenía ningún interés en volver a Inglaterra.
Roca ha explicado que Livingstone era un hombre muy querido allí, e incluso "los que trabajaron con él, cuando murió, lo llevaron a la costa, a una distancia de 1.600 kilómetros, lo que da una idea del respeto que le tenían", ya que el británico "sustituyó una misión de evangelización por otra que fue la de conocer".


Andrés Puentes
Antes trabajaba como redactor en el equipo de Hora 25, ahora escribo sobre actualidad en la web. Graduado...




