Selecciona tu emisora

Ir a la emisora
PerfilDesconecta
Buscar noticias o podcast

La materia del tiempo

"Yo venía de ver la más cloacal representación de la existencia: no se puede saber qué hay delante, no se puede ver qué quedó detrás, avanzamos hacia un choque frontal con lo desconocido, el infinito es el infierno"

La materia del tiempo

La materia del tiempo

00:00:0003:43
Descargar

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

Buenos Aires

Estuve en Bilbao, una ciudad que no conocía. En ese momento llevaba una existencia débil, una vida de baja intensidad. No sentía mucho interés por nada, el mundo me resultaba indiferente. Un día fui al museo Guggenheim. El edificio parecía dos cosas a la vez: un dispositivo sobreactuado por fuera y un ser sin ínfulas por dentro. Recorrí las salas de los pisos superiores y luego bajé a ver la instalación de Richard Serra, La materia del tiempo, siete piezas descomunales de acero que ocupan una de las plantas. Había niños corriendo, gente que gritaba haciendo eco entre las estructuras. Me interné en la primera, una elipsis doble. Apenas entrar, me topé con una mujer que venía en sentido contrario. Parecía despavorida pero, al darme vuelta, había desaparecido y, con ella, la abertura por la que yo había entrado. De todos modos, avancé. No podía ver lo que había delante ni lo que había detrás. Todo quedaba oculto por esa superficie que se curvaba y reptaba como un gusano ciego aplastado por paredes altísimas. Aunque no llevaba allí más de unos segundos, de pronto sentí que había transcurrido demasiado tiempo. Era imposible que esa estructura fuera tan extensa, que se retorciera tantas veces sobre sí misma. ¿Y si no había un final, si no existía un centro? Me embistió la certeza de haber sido engullida, de estar en una trampa. Empecé a desandar el camino convencida de que no podría regresar, de que estaba perdida en una dimensión macabra. Finalmente, vi el sitio por el que había entrado y corrí hacia él. Afuera, en la sala, la gente paseaba como si eso fuera Disney. Yo venía de ver la más cloacal representación de la existencia: no se puede saber qué hay delante, no se puede ver qué quedó detrás, avanzamos hacia un choque frontal con lo desconocido, el infinito es el infierno. Hay una frase en El libro de los placeres, de Clarice Lispector, que dice “no va a ser una vida fácil, pero va a ser una vida nueva”. Salí a la calle sacudida por la violencia de esas esculturas impiadosas, por la masiva impavidez del acero, alejada de mi devenir empobrecido y de regreso a la vida nueva gracias al horror del arte sublime.

 

Directo

  • Cadena SER

  •  
Últimos programas

Estas escuchando

Hora 14
Crónica 24/7

1x24: Ser o no Ser

23/08/2024 - 01:38:13

Ir al podcast

Noticias en 3′

  •  
Noticias en 3′
Últimos programas

Otros episodios

Cualquier tiempo pasado fue anterior

Tu audio se ha acabado.
Te redirigiremos al directo.

5 "

Compartir