La Casa Blanca defiende su postura y se abre al diálogo con China para alcanzar un acuerdo arancelario
Trump ha asegurado que "se vienen cosas buenas" con China y ha insistido en que, a pesar del "mal momento" del mercado, este se recuperará

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, durante una rueda de prensa este viernes. EFE/EPA/WILL OLIVER / WILL OLIVER (EFE)

Madrid
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha defendido su postura y ha asegurado que Estados Unidos continúa abierto al diálogo con China con el objetivo de alcanzar un acuerdo arancelario. Trump, ha dicho Leavitt, "está abierto a la posibilidad de un acuerdo con China", aunque ha advertido de que si Pekín sigue "tomando represalias", eso no será positivo para el país.
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La secretaria de prensa ha subrayado que Estados Unidos no puede continuar "dependiendo de países como China" si el objetivo es "ser un país rico". "Los billones de dólares que van a entrar con los aranceles van a pagar en parte nuestras deudas", ha añadido.
"Estados Unidos es la economía más fuerte y la mejor del mundo, como lo demuestran los más de 75 países que han pedido a la Administración que llegue inmediatamente a un acuerdo. El presidente quiere hacer lo correcto para el pueblo estadounidense", ha defendido Leavitt, que no ha querido aclarar si el país ha comenzado ya los contactos con Pekín.
China anunció este viernes que aumentará del 84 % al 125 % los aranceles sobre todos los productos importados desde Estados Unidos en respuesta a las últimas tasas que ha aprobado Washington, que hacen que el porcentaje sobre Pekín se eleve en total al 145 %.
La medida, que ha entrado en vigor este 12 de abril, ha sido confirmada por el Comité de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado chino, que condena la política comercial estadounidense por "violar gravemente las normas del comercio internacional" y de aplicar "una política unilateral de acoso y coerción".
Trump exime a los teléfonos, los ordenadores y los chips
El Gobierno estadounidense ha anunciado una serie de exenciones arancelarias para teléfonos móviles, ordenadores, microprocesadores y otros productos electrónicos que se aplicarán a los gravámenes ordenados el pasado 2 de abril por el presidente Donald Trump.
Las exenciones, publicadas en un boletín de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza del país, representan una limitación de los gravámenes al excluir estos productos de dos tipos de aranceles: el arancel del 125% aplicado a China y el arancel base del 10% para casi todos los demás países. Esta medida podría aliviar el impacto de los aranceles en los consumidores y beneficiar a empresas como Apple y Samsung Electronics, entre otras.
Las exclusiones se aplican sobre teléfonos móviles, ordenadores portátiles, discos duros, microprocesadores y chips de memoria, así como máquinas utilizadas para fabricar semiconductores, en un guiño al gigante de Taiwan Semiconductor Manufacturing Co.
El resto de aranceles se mantienen
Por otra parte, Leavitt ha recalcado que el arancel del 145 % se mantiene. "El presidente ha dejado muy claro que cuando Estados Unidos recibe un golpe contraataca con más fuerza", sostuvo ante los medios.
Preguntada sobre la razón por la que socios comerciales de EE.UU. querrían colaborar en un aislamiento a China, apuntó que aunque son estos los que deben contestar los teléfonos en Washington "no han parado de sonar": "Lo han dejado muy claro: necesitan a Estados Unidos. Necesitan nuestros mercados. Necesitan a nuestros consumidores".
Leavitt ha recalcado que el objetivo de la imposición de aranceles, sobre la que se ha decretado una tregua parcial de 90 días excepto para China, es "renegociar una agenda comercial global" que en su opinión se ha aprovechado de los estadounidenses "durante demasiado tiempo".




