Defensa mantiene contratos millonarios con empresas israelíes porque "no son sustituibles"

No solo el Ministerio del Interior se ha saltado el compromiso del presidente del Gobierno de no comprar, ni vender armamento a Israel, también lo ha hecho el Ministerio de Defensa. El departamento que dirige Margarita Robles mantiene, al menos, tres contratos de armamento con empresas israelíes.

Defensa no ha anulado el contrato de 237,5 millones de euros destinados al suministro de 168 lanzamisiles contracarro Spike que ha ido a manos de Pap-Tecnos, filial en España de la compañía israelí, Rafael Advanced Defense Systems. Ese contrato se adjudicó el 23 de noviembre de 2023, es decir, cuando la Fuerza de Defensa Israelí ya había iniciado su incursión terrestre sobre Gaza. El ministerio de Defensa se ampara en que Pap-Tecnos es una “empresa española”, aunque reconocen que “su proveedor tecnológico es la israelí Rafael”, el problema es que suministra un producto que “no es sustituible”. Ese es el mismo argumento que aporta Defensa para mantener el contrato de 576,4 millones de euros para el nuevo Sistema de Lanzacohetes de Alta Movilidad (SILAM). Defensa firmó su desarrollo y fabricación en España por Escribano y Expal (propiedad de Rheinmetall), pero en la cadena de suministros hay un componente tecnológico bajo licencia de la israelí Elbit, ese componente “no es sustituible”, motivo por el que tampoco han cancelado ese contrato.

El Ministerio de Defensa en cambio, no detalla qué ha pasado con la adjudicación que se llevó en marzo de 2024 la compañía israelí Rafael Advanced Defense Systems por 207 millones de euros para equipar a los cazas españoles con un sistema de guiado láser para el combate aéreo - Sistemas electrónicos de inteligencia POD. En la Plataforma de Contratación del Sector Público figura como “adjudicado”, pero no hay ninguna mención a una posible anulación. Lo mismo ocurre con los 1.840.006,20 euros que el Ejército de Tierra adjudicó el 26 de noviembre de 2024 a la israelí IMI SYSTEM para la adquisición de programador M339 SETTER espoleta 120 mm, con la que se pretende mejorar la munición que utilizan los carros de combate Leopard. En este caso, “la licitación fue paralizada el 26 de noviembre al comprobar que la empresa a la que podría adjudicarse era la Israelí IMI System y no se formalizó ningún contrato”, aseguran fuentes de Defensa a la SER.

El Ministerio del Interior sigue decidido a no anular el polémico contrato de 15.3 millones de balas fabricadas en Israel. Pero no es el único contrato que ha cerrado con esa empresa israelí. Solo unos días antes, el pasado 10 de abril, el número dos de Interior, el secretario de Estado de Seguridad formalizó un contrato de 319.827 euros con Guardia Homeland Security, representante en España de IMI System. En este caso, no se trata de armamento sino de material de seguridad, en concreto, las placas de protección que equipan los chalecos antibalas de las Unidades Operativas de la Guardia Civil.