"Lo veía todo negro... ¡casi me desmayo!": Frattesi explica que su celebración del 4-3 estuvo a punto de pasarle factura

Davide Frattesi es probablemente uno de los hombres más felices de Milán este miércoles. Anoche, en el minuto 99 de la prórroga ante el FC Barcelona, fue él quien anotó el gol decisivo para llevar el Inter a su octava final de la Champions League. El gol del italiano desequilibraba una eliminatoria de infarto que llegó al final del tiempo reglamentario con 3-3 y, como no podía ser de otra manera, la euforia se apoderó de él.

El jugador del Inter golpeó con su pierna izquierda desde la frontal del área y, esquivando a los defensas que le cubrían, colocó el balón en la cepa del poste. Szczesny sólo pudo seguir la rosca del balón con la mirada, inmóvil. Y el Giuseppe Meazza explotó en júbilo. Las gradas enloquecieron y todos los jugadores del Inter, banquillo incluido, echaron a correr hacia el córner. Allí, Frattesi se encaramó a lo más alto de la valla y gritó el gol a pleno pulmón durante casi un minuto.

Fue tanta su euforia que pocos minutos después, cuando el Barça ya se preparaba para sacar de centro, el propio Fratesi se fue al suelo y tuvo que ser atendido por los servicios médicos. Él mismo lo explicaba así tras el partido: "Tuve suerte de terminar el partido, porque celebré tanto que me mareé y casi tuve un desmayo. De pronto lo veía todo negro". La adrenalina y el bajón posterior le jugaron una mala pasada al héroe del Inter.

Frattesi también aprovechó para darle las gracias a los fisioterapeutas del Inter por ayudarle a recuperarse de una "distensión abdominal" que estuvo a punto de dejarle fuera del partido. Al final pudo saltar al campo en el minuto 79 para sustituir a Mjitarián y acabó por ser el hombre clave en la remontada del Inter. "Es simplemente increíble, no sé qué decir. Pensé que después del partido del Bayern de Múnich no repetiría esa emoción, pero esto ha sido incluso más increíble. Esta es la belleza del fútbol", comentó.

El jugador italiano también explicó como este tipo de goles resumían su carrera: "No fui bendecido con un talento increíble, pero soy el último en rendirme y el primero en creer, así que esto es una recompensa por el esfuerzo y la dedicación". En una nota más emotiva, también aseguró que el gol se lo había dedicado a su abuela, fallecida recientemente, y con la que solía bailar para celebrar los triunfos del equipo.