La paradoja de Juan de la Cierva, el inventor del autogiro que acabó muriendo en un accidente aéreo
La seguridad era lo más importante para el ingeniero

Primer vuelo del autogiro, de Juan de la Cierva. / Photo 12

Madrid
El ingeniero español Juan de la Cierva pasará a la historia como uno de los grandes nombres de la aeronáutica moderna gracias a su autogiro. Una aeronave, precursora de los helicópteros modernos, que se convertiría en un éxito inmediato al tratarse del vehículo más seguro y económico para sobrevolar los cielos. Y es que, por aquel entonces, los vuelos eran todavía muy costosos y peligrosos. De ahí que fueran muchas las personas que se mostraran asombradas ante la idea de Juan de la Cierva y los beneficios que ofrecía tanto para la aviación civil como para la aviación militar, que soñaba con utilizar este autogiro con fines militares.
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Desde que desarrollara su primer prototipo, Juan de la Cierva tenía como objetivo principal mejorar la seguridad de la aviación. Principalmente porque, durante aquella época, se producían un gran número de accidentes debido a la entrada en pérdida de los aviones. Por esa misma razón, el ingeniero propuso que su aeronave aterrizara verticalmente y que realizara maniobras más seguras a las de los aviones de por aquel entonces. De esta manera, y en caso de que el motor del autogiro fallara en algún momento, la aeronave simplemente continuaba su descenso de manera controlada.
La seguridad era clave
Una idea que maravilló a todo el planeta y que llevó a Juan de la Cierva a convertirse en uno de los ingenieros más respetados de su época. Tal y como nos cuenta Jesús Callejo en el último programa de SER Historia, Juan de la Cierva llegó a ser recibido en Estados Unidos tanto por Henry Ford como por el presidente Herbert Hoover. De ahí que fuera considerada como una persona realmente importante para una sociedad estadounidense que alucinaba con sus ideas: "Eso no lo hacían con cualquiera".

Juan de la Cierva y su autogiro
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Tras este primer prototipo, el creador del autogiro siguió desarrollando su proyecto para hacerlo todavía más seguro: "Se obsesionó por la seguridad". Así nos lo ha explicado Nacho Ares, donde cuenta que el ingeniero siguió puliendo hasta el más mínimo detalle de su máquina fuera lo más segura posible. De hecho se convirtió en piloto y se subió a lomos del autogiro una y otra vez en numerosas exhibiciones mediante las que daba a conocer su producto estrella.
La muerte inesperada de Juan de la Cierva
Lamentablemente, Juan de la Cierva murió en diciembre del 1936 en una accidente aéreo con apenas 41 años de edad. El ingeniero desarrolló el autogiro con el objetivo de pulir todos aquellos problemas de seguridad del avión tradicional y las causas del destino quisieron que falleciera precisamente en un accidente de avión. Concretamente durante un viaje entre Inglaterra y Países Bajos, en el que se truncaría la vida de uno de los inventores más famosos del siglo XX.
Por lo tanto, Juan de la Cierva luchó desde sus inicios para que la aviación fuera mucho más segura gracias al autogiro y, al final, acabó falleciendo en un accidente de avión convencional. Y con él se murieron todas las ideas que venían para revolucionar un sector que finalmente acabaría evolucionando hacia el helicóptero moderno.

David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto...