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La ciudad europea que pide a los turistas que dejen de robar adoquines de sus calles

Las autoridades belgas denuncian el robo sistemático en el centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad

Getty Images/iStockphoto

La ciudad belga de Brujas, famosa por su belleza medieval y su centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, enfrenta un problema tan curioso como preocupante: el robo de adoquines por parte de turistas. Cada mes desaparecen entre 50 y 70 piedras del empedrado urbano, especialmente en zonas turísticas como el Minnewater, la Vismarkt, el Markt o el entorno del museo Gruuthuse, según las autoridades locales.

Franky Demon, concejal del Espacio Público, alertó sobre esta tendencia, que ha obligado al Ayuntamiento a intensificar las labores de reparación. "Es un fenómeno que va en aumento, sobre todo durante los meses de mayor afluencia turística", afirmó a medios locales. Aunque no existen imágenes que lo confirmen, Demon sospecha que los responsables son turistas que toman los adoquines como un peculiar recuerdo de su visita.

Plaza del Mercado Medieval ("Grote Markt" o "Grand Place") en el centro histórico de Brujas, Bélgica, patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Getty Images.

Más allá de lo anecdótico, el robo de estas piedras representa un problema serio. Además de tratarse de una falta de respeto al patrimonio histórico, las ausencias generan riesgos de tropiezos y caídas para quienes caminan por las calles. "Cada metro cuadrado de reconstrucción cuesta unos 200 euros, sin contar el tiempo y el esfuerzo que implica para el personal municipal", explicó Demon. También señaló que en algunos casos, los responsables intentan "decorar" el hueco con flores, un gesto que califica como "poético, pero profundamente irrespetuoso".

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El concejal recordó que estos adoquines no son simples piedras, sino parte fundamental del alma de la ciudad. "Quien camina por Brujas, pisa siglos de historia. Les pedimos que disfruten de su visita, pero que dejen la ciudad intacta para los demás", dijo. La administración local ha anunciado que, de ahora en adelante, denunciará formalmente cada caso de sustracción.

Las penas por este tipo de delitos no son menores: el robo puede ser castigado con hasta cinco años de prisión y multas que alcanzan los 3.000 euros. Si se considera que el acto daña un bien protegido del patrimonio público, como en el caso de Brujas, las sanciones podrían ser aún más severas.