Física, matemáticas, medicina y un voluntariado en Austria: así han vivido su primer año los mejores de la selectividad de 2024

Miguel Ángel, cordobés, sacó un diez en bachillerato y un 14 sobre 14 en la prueba de acceso a la universidad. Félix, de Almería, lo mismo. Igual que Alba, extremeña. Irene, de Logroño, a su diez en bachillerato sumó un 13,95 en la selectividad del año pasado. Un año después, todos están estudiando grados del ámbito científico en universidades públicas de nuestro país, salvo Félix que, como él nos cuenta, se ha cogido un año sabático, y ha acabado en Austria haciendo un voluntariado.

"Estoy en la misma ciudad donde esta semana se produjo un tiroteo en un centro educativo, está muy cerca de mi casa, a solo un kilómetros", nos cuenta. Félix viajó por Estados Unidos, alojándose en casa de amigos y conocidos, y desde principios de año participa en un voluntariado internacional en el que acompaña a refugiados sirios, principalmente menores no acompañados.

Desde aquí ha podido viajar por el este de Europa y lo que ha visto le ha dejado una lección de por vida: "Tenemos una suerte increíble de vivir en un lugar donde todavía sigue habiendo un estado de derecho y sigue habiendo justicia, porque después de viajar a algunos sitios he visto que es algo que no se puede dar por asumido", relata.

Félix ingresará el curso que viene en la Universidad de Granada para estudiar física, uno de los grados con la nota de corte más alta el curso pasado, un 13,7. "Me emociona mucho", afirma este joven almeriense, "es mi pasión y estoy bastante convencido de ello".

Miguel Ángel, cordobés, estudia en la Universidad de Sevilla un doble grado de física y matemáticas. "La nota de acceso es muy elevada, por eso tuve que barajar otras opciones, como el grado de matemáticas o informática, pero afortunadamente fue muy bien y no tuve problemas para entrar", nos cuenta. Vive en la capital andaluza, en una residencia de estudiantes, y asegura que ha conseguido aprobar todo a pesar del "aumento de la carga de trabajo con respecto a bachillerato y de lo complicadas que son algunas asignaturas". "Me gusta", relata Miguel Ángel, "y eso hace que sea menos duro". En el futuro, no descarta seguir el camino de la investigación, "o trabajar en una empresa privada en el extranjero".

Lo de Irene son, claramente, los números. Esta riojana ha cambiado de clima y estudia en la Universidad Politécnica de Valencia un doble grado de ADE (Administración y Dirección de Empresas) y matemáticas. "Ya lo tenía claro y me preparé la selectividad bien porque la nota de corte era muy alta pero me llegó sin problema", afirma. Irene nunca ha dudado de que quería estudiar una carrera vinculada a los métodos numéricos, la economía y las finanzas. "Siempre es lo que más me ha interesado", dice, "las matemáticas tienen muchas salidas en banca o en inversión". Irene se plantea, a corto plazo, hacer un Erasmus. "Me encanta viajar y conocer nuevas culturas", confiesa.

Alba tiene a su familia a algo más de horas en tren, "aunque luego entre ir a la estación y volver a mi casa pierdes más tiempo". Esta extremeña ha elegido medicina en la Universidad Autónoma de Madrid. "Es una carrera muy bonita porque puedes ayudar a muchísima gente, lo tenía claro desde mucho antes de la selectividad, desde pequeña", cuenta, "no tenía segundas opciones, era entra o entrar".

La nota de corte es un 13,14. "Me llegó sin problemas para elegir carrera y ciudad", sigue Alba que reconoce que el primer año ha sido duro, "hay que dedicarle mucho tiempo pero realmente me gusta y merece la pena el esfuerzo". A esta joven extremeña le gustaría hacer una especialidad quirúrgica pero, asegura, "todavía no estoy segura hasta que empiece a hacer prácticas". Lo que sí tiene claro es que le gustaría hacer la residencia un año en el extranjero.

Miguel Ángel, Félix, Irene y Alba recuerdan como vivieron estos días el año pasado, cuando todavía esperaban conocer la nota de la prueba de acceso a la universidad, y han querido dejar sus consejos para los estudiantes que están ahora en ese proceso.

"Que no se agobien demasiado porque una nota no va a definir tu futuro y lo que vales como persona, siempre habrá mil oportunidades para llegar a un sitio donde estés cómodo", asevera Irene. "Habrá quien, quizás, por décimas no pueda entrar donde quería", explica Miguel Ángel, "es normal la frustración, el sentimiento de impotencia, pero les digo que hay que levantarse, la vida da muchas vueltas, hay oportunidades".