El Supremo condena a la familia Franco a restituir al Ayuntamiento de Santiago dos esculturas del Pórtico de la Gloria

La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo ha condenado a los herederos del dictador Francisco Franco y su mujer Carmen Polo a restituir al Ayuntamiento de Santiago de Compostela dos esculturas románicas atribuidas al Maestro Mateo que en su día fueron retiradas del Pórtico de la Gloria de la Catedral por una reforma. Se trata de las figuras que representan a Abraham e Isaac.

El Ayuntamiento de Santiago llevaba ocho años reclamando en los tribunales la restitución de las dos piezas pero hasta ahora, no se le había dado la razón. El Supremo lo que concluye es que la Audiencia Provincial de Madrid se equivocó al desestimar su demanda alegando que las esculturas no estaban bien identificadas, porque sí que lo estaban mediante prueba pericial y "sin posibilidad de duda".

Las dos piezas, que representan a Abraham e Isaac, fueron compradas por el Ayuntamiento de Santiago al conde de Ximonde en 1948, como consta en la escritura pública, para preservarlas como "patrimonio artístico de la ciudad". Los herederos de Franco lo que decían es las había adquirido Carmen Polo en un anticuario, cosa que sabían, alegaban, por "transmisión oral".

Pero el consistorio asegura que las dos esculturas acabaron en su poder porque durante un viaje con Franco a la ciudad en 1954, Carmen Polo le dijo al alcalde que le gustaban y este, por "movido por el deseo de complacer a la esposa del Jefe del Estado, por vía de hecho, sin adoptar acuerdo alguno, envió las estatuas al Pazo de Meirás, residencia de verano de la familia Franco".

El reconocimiento del "error patente en la valoración de la prueba" por parte de la Audiencia Provincial de Madrid, lleva consigo la condena a la familia Franco a restituir las piezas y asumir las costas de todo el procedimiento. Las esculturas volverán al Ayuntamiento de Santiago.