La piedra de los deseos vasca para encontrar pareja y por qué deberías tener cuidado con ella

Madrid

En el último programa de SER Historia hemos hablado sobre el poder secreto de las piedras sagradas. Todo ello de la mano de Jesús Callejo, quien acaba de publicar un libro que versa acerca de algunas de las rocas más características que podemos encontrar en nuestro país y el secreto que se esconde detrás de las mismas. Una sección que nos ha transportado, gracias a la ayuda de nuestro Cronovisor, hasta el 29 de noviembre de 1929, cuando el sacerdote Benito de Vizcarra colocaba una piedra muy peculiar en el santuario Santos Antonios Abad y de Padua de Urkiola (Abadiño, Bizkaia).

El poder secreto de las piedras sagradas

En declaraciones a la Cadena SER, Jesús Callejo nos explica que se trata de una piedra muy emblemática porque tiene consideraciones taumatúrgicas para la sociedad vasca. Por aquel entonces, quienes visitaban esta roca aseguraban que tenía la capacidad de realizar prodigios y​ fenómenos considerados sobrenaturales o que iban más allá de las capacidades humanas. Entre otras cosas, quienes pudieron visitarla aseguraban que podía ser clave tanto para encontrar pareja como para curar según qué enfermedades. De ahí que fueran muchas las personas que peregrinaran hasta el santuario con el objetivo de recibir algunos de sus poderes.

Llegaron a pensar que se trataba de un meteorito

Por aquel entonces, quienes se acercaban hasta el santuario creían que se trataba de un meteorito por su morfología. Según cuenta Callejo, la roca tiene una composición muy peculiar y esto no hizo más que alimentar la teoría de que se trataba de una roca venida del espacio: "Desde el primer momento se pensó que era un meteorito y eso le dio un carácter sagrado, porque todo lo que caída del cielo es algo enviado por los dioses. Desde ese momento empieza a surgir la superstición de que a esta roca hay que darle unas cuantas vueltas para encontrar pareja".

Una superstición que se ha mantenido hasta nuestros días. De esta manera, cada vez que alguien llega a este monasterio en busca de una pareja, debe dar un número de vueltas determinado (siempre impar) para que la roca te ayude a encontrar el amor. Pero ojo. Si das las vueltas en el sentido contrario, podrías llegar a perder tu pareja actual. Por lo tanto, y a pesar de que no sea más que una mera superstición, Jesús Callejo nos explica que a día de hoy sigue utilizándose como una piedra de los deseos para encontrar tanto pareja como la tan ansiada fertilidad.

Un reclamo turístico

Con el paso del tiempo se descubrió que la piedra no era ni tan siquiera un meteorito. De ahí que perdiera su misticismo. Sin embargo, esta ha seguido siendo fundamental hasta el punto de que sigue siendo un reclamo turístico a día de hoy: "Esta piedra es un conglomerado de piedras y piedrecitas, de cantos y fósiles de muchas clases y ha tenido esta forma particular y llamativa. Pero se ha juntado todo con cemento no artificial".

Por lo tanto, y a pesar de que no tenga ninguna connotación sagrada ni mágica, el pueblo la ha convertido en una piedra a la que tienes que rodear si vas por allí.