Putin no acudirá a la cumbre de los BRICS de Brasil por temor a ser detenido

Rusia ha puesto en los BRICS, el grupo de las economías emergentes, su principal esperanza para contrarrestar la influencia mundial de Estados Unidos y sus aliados occidentales. Sin embargo, en la próxima reunión del grupo, que se celebrará en Río de Janeiro los próximos 6 y 7 de julio, no estará presente Vladimir Putin.

El presidente ruso, que presidió la cumbre del año pasado en Kazán, evitará pisar Brasil porque este país asume desde principios de siglo la jurisdicción de la Corte Penal Internacional y, por tanto, debería detenerle ya que Putin está bajo una orden de arresto por los crímenes cometidos durante la invasión de Ucrania. La orden de la CPI hace referencia en concreto al traslado forzoso de menores de edad desde Ucrania a territorio ruso.

Uno de los asesores del Kremlin para la política exterior, Yuri Ushakov, ha reconocido este miércoles que Putin no se va a arriesgar y se quedará por tanto en Rusia, desde donde participará en la cumbre por videoconferencia. El representante físico del país en Brasil será el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov.

El pasado año, Putin desafió a la CPI al viajar a Mongolia, país que también reconoce a la Corte pero que decidió no acatar la orden de arresto.

Cumbre frente al G7

Los BRICS siguen intentando crecer y consolidarse como una alternativa al grupo de economías occidentales que componen el G7. Esta reunión de Brasil llega en medio de la tensión comercial entre Estados Unidos y China, de los aranceles anunciados por Trump, después de los bombardeos sobre Irán o de la decisión de la OTAN de incrementar su gasto en seguridad y defensa.

El grupo, originalmente compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ha crecido recientemente con la adhesión de Egipto, Emiratos Árabes, Etiopía, Indonesia e Irán. Brasil ha decidido invitar como observadores a Colombia, México y Uruguay a esta cumbre de Río.