Cercanías

Barcelona

Fernando Navarro entrevistó a Carlos Boyero para el diario El País. Y Boyero habló de las cosas importantes en su vida: el amor, el sexo, la amistad, la música, los libros. Y por supuesto el cine. Yo creo que si cada uno de nosotros evaluara los elementos que dan sentido a su existencia, saldría una lista no muy distinta a la de Boyero, hecha de personas cercanas y placeres elementales.

Desde hace una temporada no hay por dónde asomarse al mundo. Todo lo que vemos ahí fuera son gobiernos lamentables, guerras y genocidios, corrupción, abusos de poder, sumisión bochornosa y un tecnocapitalismo para el que ya no somos ciudadanos, sino siervos. De alguna forma, por acción o por omisión, cada uno ha contribuido a crear este panorama deprimente. Da la impresión de que colectivamente somos cada día más idiotas.

Boyero es de los que prefieren quedarse al margen del sistema. No usa internet. No vota. Piensa por su cuenta. La suya parece una posición bastante radical. Pero, si volvemos a lo que decíamos antes sobre las cosas importantes de la vida, ya no lo parece tanto: lo que importa, y de eso siempre nos damos cuenta demasiado tarde, son algunas personas, algunos placeres y algunos compromisos íntimos que nos ayudan a mantener la decencia. Asuntos de cercanía.

No digo que haya que desentenderse de la cosa pública. Al contrario. Digo que cuanto más sepamos valorar lo que de verdad importa, menos necesidad tendremos de volcar rabia y frustraciones sobre lo público. De alguna forma, es como si nos dedicáramos a echar basura en la calle y luego nos quejáramos de que está sucia.

Para empezar a reducir nuestra estupidez colectiva, convendría, me parece, que cada uno echara mano de esa chispa de inteligencia que guarda en su interior. En fin, lo de Boyero.

Me llamo Enric González. Les deseo que hoy disfruten de las cosas importantes.