Por el principio
Sociedad

El programa racista que puso en marcha Australia y apoyaron Franco y la Iglesia española: "Querían hombres blancos"

En el último programa de 'Por el principio', Manuel Campo Vidal rememora el plan del gobierno australiano y la Iglesia Católica por repoblar el país de gente "blanca y rubia"

El programa racista que puso en marcha Australia y apoyaron Franco y la Iglesia española: "Querían hombres blancos"

Madrid

Durante los primeros años del franquismo, la población española vivió años de mucha hambre y podredumbre que se vio eclipsada por el auge de la población en los años 50 y 60, lo cual obligó a muchos de ellos a emigrar a otros países de Europa y otros continentes a buscar un buen trabajo y mandar dinero a sus familias.

Más información

Ante este problema de sobrepoblación y desempleo en España, Francisco Franco, junto a la Iglesia Católica y en colaboración con otros países y sus respectivas iglesias elaboró un plan para enviar a españoles y españolas a otros países con el fin de establecer una familia allí para aumentar la creencia católica y reducir los problemas socioeconómicos del país en el momento.

En el último programa de Por el principio de la Cadena SER, Ángeles Oliva y Toña Medina han entrevistado al periodista y presentador de televisión, Manuel Campo Vidal, el cual ha recordado episodios de su vida como las terribles inundaciones de 1962 en Cataluña, el impacto de Sara Montiel en El último cuplé, cómo se convirtió en un fanático del grupo Los Sirex, o el programa racista que se puso en marcha en Australia y que contó con la colaboración de Franco y la Iglesia Católica.

De familia humilde y dedicada a la elaboración de harina, Campo Vidal vivió cómo la fábrica de harina familiar tuvo que cerrar debido a la competencia y en plena época de emigración, un sacerdote, amigo de la familia les había dicho que en Australia querían hombres jóvenes, blancos y con familia para desarrollar con creencia católica, aunque finalmente ellos emigraron a Cornellà de Llobregat.

"La operación canguro fue un programa de inmigración para atraer a trabajadores a Australia. Aunque el régimen franquista no mantenía relaciones diplomáticas con ese país, se organizó la llegada de españoles jóvenes y solteros, admitiendo solo a oriundos del norte, vascos, cántabros o navarros que en los años 50 empezaron a trabajar en Australia en las plantaciones de azúcar y tabaco", relatan las presentadoras del podcast sobre aquel plan que se elaboró entre los años 50 y 60.

"El franquismo ofreció a trabajadores canarios experimentados en las plantaciones de caña, pero el gobierno australiano quería a gallegos, asturianos y vascos. Querían blancos que parecían blancos. Tras haber llevado a británicos, holandeses o nórdicos, escogieron a un pueblo emigrante como el vasco, con fama de fuertes, trabajadores y resistentes, además de altos y en ocasiones rubios", añaden.

Una Australia blanca y rubia

Esta estrategia de repoblación, viene a propósito de las ideas de Adolf Hitler y la Alemania Nazi que instauró durante su mandato de establecer una raza pura y aria. Es por ello que, tras la Segunda Guerra Mundial, el gobierno australiano se había planteado aumentar su población con emigrantes. "No les interesaba que se reprodujesen los aborígenes, querían una Australia blanca y a poder ser rubia", resaltan.

"Para completar el proyecto, unos años después se puso en marcha el Plan Marta con el que casi 800 españolas, al principio también, gallegas y vascas, emigraron a las antípodas supuestamente para trabajar en el servicio doméstico y prosperar en la vida, Aunque no sabían que su destino era, en cambio, casarse con compatriotas que trabajaban allí", señalan.

Esta operación de repoblación de una raza concreta fue orquestada por la Iglesia Católica australiana en convivencia con la italiana, la griega, la española, que buscaban un perfil de mujer soltera, sin hijos, devota, que busque procrear. Para ello, muchas de ellas fueron reclutadas a través de Acción Católica y de la Juventud Obrera Cristiana.

"Australia quería repoblar con católicos frente al auge del protestantismo, y a Franco le venía bien para reducir el desempleo. Muchas mujeres echaron raíces al ser complicado pagar un vuelo de vuelta, y otras regresaron al jubilarse", afirman sobre los objetivos y el desarrollo del plan.