Héctor de Miguel, sobre Ayuso: "No hay nadie al volante, y el que está al volante está borracho"

Héctor de Miguel ha sido el invitado que ha tenido el honor de cerrar la tercera temporada de A las bravas. Entre patata y patata, el humorista, dj y presentador de Hora Veintipico debatió acerca de política y algunas de sus facetas más desconocidas.

En su quinta patata con mucho tabasco, Raúl Pérez sacó un tema de lo más picante: el lado más gastronómico del humorista. De Miguel fue propietario de un bar en Salamanca llamado La Antigua, y con su cuenta Héctor De Comer explota su faceta de crítico culinario y sus valores más firmes en cuanto a comer gratis: "No acepto ningún tipo de chantaje ni soborno, y cuando voy a los sitios solo hago críticas de los que me gustan, y si no me gustan, no digo nada. Quiero que mi cuenta sea positiva". Y bromeaba sobre una visita gastronómica a El Ventorro: "Me encantaría ir. Sobre todo al reservado".

Y como de bares trataba la cosa, Raúl Pérez le mostró a De Miguel una alusión a un restaurante que hizo uno de sus mayores "ídolos" de la política: Ayuso. El audio, que mostraba el momento viral en el que Isabel Díaz Ayuso defendía el sobrenombre "Burrikín" para la cadena Burger King, evocó recuerdos infantiles del humorista: "Era un chiste recurrente que hacíamos de pequeños en Salamanca, imitando el acento de determinada etnia". Sin embargo, Héctor De Miguel expresaba su desconcierto ante el uso de la presidenta de esta expresión, y concluía: "No hay nadie al volante, y el que está al volante está borracho".

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La política en la vida real

Hablado de política, Héctor de Miguel bromeaba sobre Rajoy y su encuentro en La Vida Moderna, tildándolo de uno de sus mejores momentos: "Es un ídolo de cómicos; ha hecho avanzar la comedia en su género". El humorista también dedicó al expresidente unas palabras bonitas: "Políticamente era horrible, pero humanamente; tú con quién te irías antes de cañas, ¿Con Rajoy o con Pedro Sánchez? Rajoy es muy gracioso, y de manera involuntaria".

El encuentro de Raúl Pérez con Almeida también fue digno de mención: "Fue un minuto, aunque yo lo recuerdo como si fuera una hora". Sin embargo, Pérez y De Miguel concordaron en una cosa: "En las distancias cortas, la mayoría de los políticos son afables y amables". De Miguel profundizó en la cuestión: "Está muy bien que la tensión de las redes sociales no traspase a las calles; otra cosa es que la comedia pase ciertos límites de ironía".