La lectura y el dormir, dos formas de resistencia

Septiembre es el mes en el que se producen cambios en la luz solar, los días se acortan. Septiembre es el mes de readaptación a la rutina para muchos, con la vuelta al trabajo o el regreso a las clases después de las vacaciones de verano. A medida que se acerca el otoño, aumentan los casos de insomnio, la astenia otoñal, un cansancio transitorio, una cierta sensación de tristeza también.

"No podemos dormir. Cada noche retrasamos la hora de acostarnos, cada noche nos vamos antes a la cama, cada noche lo hacemos a la misma hora y no: no podemos dormir". "A cualquier hora tengo sueño menos cuando debo tenerlo", escribe el primero de nuestros invitados. Seguro que muchos dirán "pues yo duermo a pierna suelta". A ellos les preguntamos: "¿Por qué dormís? ¿Por qué no os desvela el calor, el frío, el ruido, el silencio, el exceso de energía, el demasiado cansancio, el cuerpo al lado, el cuerpo ausente, los hijos creciendo, los padres envejeciendo, los sucesos de hoy, lo esperado mañana, la culpa, el deseo, el miedo, el amor, el trabajo, el dinero? ¿Por qué seguís durmiendo? Lo raro es dormir.

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Isaac Rosa nos presenta Las buenas noches, su nueva novela con Seix Barral, un diario del sueño. El diario de un hombre que duerme mal y que se cruza en un hotel de una ciudad, como Sevilla, con otra mujer que tampoco pega ojo. Los dos están casados, él con Inma y tiene niños, ella con Óscar; y los dos empiezan una aventura extraconyugal que consiste en quedar para dormir, solo dormir, porque juntos duermen a pierna suelta.

"Somos una sociedad obsesionada con que no podemos dormir, pero también con dormir menos, con robarle horas al sueño para seguir produciendo", advierte el escritor. Somos una sociedad cansada, nuestras condiciones de vida, el estrés y el cansancio no nos dejan dormir. El insomnio es un problema colectivo y social, así que las soluciones no pueden ser individuales, tienen que ser más amplias".

Regular el precio de los alquileres o reducir la jornada laboral son medidas que nos ayudarían a dormir y a vivir mejor. Con Rosa hemos reflexionado sobre el sueño y el insomnio, las causas de un problema cada vez mayor y muy transversal. Los remedios y también el dilema que se plantea en Las buenas noches, si es más íntimo, incomprensible y doloroso el acostarse con otra persona para tener sexo o para dormir. Toda la entrevista este lunes.

No sabemos qué tal dormirá Arturo Pérez-Reverte, que se confiesa indignado con Gaza, por ejemplo. "A pesar de todo -dice el escritor-, a pesar de las mentiras y de la corrupción, a veces no está nada mal ser español". Pérez-Reverte vuelve a las librerías con una nueva entrega de Alatriste, 30 años después del inicio del proyecto y 14 de la última publicación. "Hay lectores que me han estado presionando mucho, algunos hasta me han insultado públicamente porque los he dejado con Alatriste sin terminar", confesaba el escritor en una rueda de prensa esta semana.

Misión en París se titula esta nueva aventura, con Alfaguara, en la que Alatriste se cruza con los tres mosqueteros en un homenaje a Alejandro Dumas, uno de sus escritores de cabecera. "Para mí, Los tres mosqueteros fue un libro fundamental. Yo lo leí con 8 o 9 años y marcó mi vida en muchos sentidos. Ahí descubrí la camaradería, la lealtad entre los amigos, la mujer misteriosa y peligrosa, Milady, que marcó mi vida".

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Dice Pérez-Reverte que Alatriste es un héroe muy español y que por eso ha conectado tan bien con los lectores. "Tiene lo mejor y lo peor de nosotros y espero que, leyendo Alatriste, uno comprenda mejor España. Que sepa que somos lo que somos, lo bueno y lo malo, porque fuimos lo que fuimos. Los libros de Alatriste quieren contar un mundo, una época y esa época hay que contarla como fue, con la luz, con la sombra. Fuimos gloriosos e infames, fuimos crueles y magnánimos, fuimos luminosos y oscuros, fuimos brillantes y grises".

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También hemos conversado esta semana con Leonardo Padura, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2015, que está de gira por España -esta próxima semana en el Hay Festival de Segovia- presentando Morir en la arena, su nueva novela, con Tusquets, llena de suspense y que el escritor cubano define como "la crónica de un derrumbe". El de Cuba y el de una generación, como la suya, que trabajó, se sacrificó, sufrió prohibiciones y limitaciones y ahora se encuentran con que son más pobres que nunca.

Con 70 años, Leonardo Padura nunca ha tenido necesidad de abandonar la isla. Mi caso personal es mi caso personal y yo mira, no no juzgo a nadie por por irse ni a nadie por quedarse. "Creo que los espacios de decisión que nos van quedando en la vida, a todos los ciudadanos de esta época, van siendo cada vez menores, porque estamos viviendo bajo muchas dictaduras, que a veces no las sentimos, pero están ahí presentes. Por ejemplo, el mercado es una dictadura que nos va condicionando a muchas cosas. Cada cual tiene que que elegir lo que pueda elegir", afirma.

Fue poco lo que pudieron elegir los protagonistas de Morir en la arena, retrato de una generación, la suya, que nació al calor de la efervescencia revolucionaria, pero que terminó viéndose abocada a una vida miserable, sin dinero ni expectativas. Rodolfo y Nora son los protagonistas de esta novela que recorre 50 años de historia, desde los inicios de la revolución hasta la pandemia, pasando por la guerra de Angola o la Perestroika, y que parte de un terrible suceso que Padura conoció de cerca: un parricidio que marca la vida de varias generaciones de una misma familia.

Este es el comienzo de una historia que habla de la "mierda existencial e histórica" que sufre un pueblo vencido por el miedo, abocado a la apatía y a la desidia, pero que ve en sus hijos una forma de rebelarse contra un sistema que traiciona, golpea, decepciona y que incluso domestica.

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El perdón es uno de los grandes temas que aborda esta historia, que habla de rabia y frustración, pero también de amor y de segundas oportunidades.

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Y terminamos con Ricardo Darín y Andrea Pietra, para quienes septiembre supone una vuelta a la rutina, sí, pero con mucha ilusión, nervios, entusiasmo y expectativas, nos confiesan. Llevan más de 700 funciones, un millón de espectadores y una década larga de éxito internacional con Escenas de la vida conyugal, la comedia dramática de Ingmar Bergman. Conversamos con ellos sobre las relaciones de amor contemporáneas, si creen en la vida después del amor o qué queda después de un divorcio.