Vivir 150 años
Mi máxima aspiración, con este horizonte vital, sigue siendo instalar una cubierta de policarbonato con mis propias manos en el patio del piso, para que no llueva

Me parecería bien que Putin y Xi Jinping viviesen hasta los 150 años. Sería la clase de castigo que se merecen. En algún momento yo quise vivir hasta los treinta. Me pareció que llegar tan lejos sería un reto, lo que da una idea de lo que estaba haciendo yo por esa época. Ahora ya no me conformo con menos de ochenta, aunque tengo días en los que se me hace demasiado larga una hora, y no digamos algunos minutos. Mi máxima aspiración, con este horizonte vital, sigue siendo instalar una cubierta de policarbonato con mis propias manos en el patio del piso, para que no llueva. Hace dos años estuve cerca: llegué a ver un tutorial. El video tenía el título que andaba buscando: «Cómo instalar una cubierta de policarbonato». En noventa segundos se derrumbaron mis ilusiones. El inventario del material necesario para colocar la cubierta me arrebató las ganas de vivir: placas de policarbonato alveolar o celular, perfiles inferiores de cumbrera, perfiles laterales, perfiles de unión, perfiles de reborde, cinta adhesiva perforada antipolvo, perfiles obturadores, terminaciones de placa, tornillos autoperforantes hexagonales, juntas de borde simple, juntas de tres bordes, juntas pequeñas, cinta de carrocero, silicona trasparente para acristalamiento, una escalera, un banco de trabajo, un metro, un lápiz, un nivel de burbuja, un martillo normal, un martillo perforador, brocas sds, un sargento, un taladro atornillador, una sierra para metal con una guía para ingletar, una amoladora con disco para metales, una sierra circular, una pistola selladora, un destornillador y una maza. Si yo no puedo, ojalá Putin o Xinping lo consigan. Mejor eso que acabar con la humanidad.




