"Felicitan al Caudillo por quitarles los derechos": la manipulación de las mujeres en la escuela del franquismo
María Jesús Martín-Díaz ha repasado el adoctrinamiento a las niñas a través de los cuadernos escolares de su madre

"Felicitan al Caudillo por quitarles los derechos": la manipulación de las mujeres en la escuela del franquismo
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La escuela fue uno de los principales escenarios en los que se sintió la evolución que sufrió la sociedad española tras el fin de la II República y la imposición de la dictadura franquistas. A través de actividades y textos escolares, la infancia sufrió los efectos de la manipulación del Estado para silenciar las consecuencias de la Guerra Civil e impulsar los principios y la figura del Caudillo. La imposición ideológica llegó a las aulas de toda España, donde los niños pasaron de disfrutar un desarrollo libre a recuperar la imposición del nacionalcatolicismo, con los crucifijos de nuevo encabezando la educación.
Una caja en el trastero en la casa del pueblo que hacía tiempo que María Jesús Martín-Díaz, catedrática de Física y Química y docente de educación secundaria, ahora jubilada, le permitió recuperar la mirada y memoria de las miles de niñas como su madre y su tía que vivieron este cambio en la educación, sin apenas ser conscientes de ello. Allí encontró más de dos decenas de cuadernos escolares que ha recopilado en su libro Franco en los pupitres (editorial El Mono Libre).
Repasando los cuadernos desde 1931, año de comienzo de la II República, hasta 1941, los primeros del régimen de Francisco Franco, Martín-Díaz ha descubierto cómo el pensamiento se dirige completamente a "la mayor gloria del dictador y de la dictadura". Entre los descubrimientos más reseñables, la catedrática ha destacado el papel que adoptó la mujer. Las mujeres pasaron de haber conquistado derechos como el derecho a voto, el matrimonio civil y el divorcio, a ver relegado su estatus: "Se quedan como sumisas y totalmente dependientes del hombre".

Franco en los pupitres, la II República y la Santa Cruzada en las aulas
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Un cambio radical en sus capacidades y libertades que, desde la manipulación en la escuela, las mujeres parecen aceptar sin gran resistencia. Hay una frase en el libro en el que la madre de María Jesús Martín-Díaz dirige una carta al Caudillo expresándole su agradecimiento: "Tenemos el altísimo honor de felicitarle, puesto que pone a la mujer en el mayor rango y dignidad, considerándola como un nuevo combatiente".
"Me parece tremendo. Mi madre está felicitando al Caudillo por lavarle el cerebro y por quitarle todos los derechos", lamenta la escritora. Y es que, recuerda, durante la dictadura franquista, la mujer no podía ni sacar el pasaporte libremente, ni abrir una cuenta corriente en el banco. "El libro, a través de las actividades escolares, te muestra todo. No hacía falta ni leer el libro, solamente viendo las actividades escolares, puedes ir viendo la evolución de lo que está ocurriendo en la escuela en España en esos años."
Descubrir de primera mano la educación que su madre recibió de niña ha permitido a María Jesus Martín-Díaz comprender mejor a su progenitora, sobre todo en aquellos aspectos de la vida en los que discrepaban. "¿Qué se podía esperar de las mujeres del futuro con una educación tan castrante como esta? Se les pone en la casa y en la iglesia de donde no pueden salir y, además, lo asumen. Esto que sufrió mi madre a través del adoctrinamiento en la infancia marca mucho. Lógicamente, ella desarrolló su pensamiento en esa línea", recalcaba.




