Caldo de verduras con jengibre y miso suave
Debemos diferenciar entre fondo y sopa y aprender la técnica de espumar

La carta invisible con la que te manipulan los restaurantes
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Empezamos por los caldos porque son el verdadero cimiento de la cocina y el punto de arranque perfecto para nuestro curso anual, además, con ellos aprendemos orden, paciencia y técnica, y lo más interesante: se convierten en el hilo conductor de muchas recetas posteriores (yo daré alguna idea ahora). Es la manera de dar a los oyentes una primera herramienta práctica y, al mismo tiempo, mi compromiso de que lo que hoy aprenden aquí será útil durante toda la temporada.
Ingredientes (para dos litros)
- 2 zanahorias
- 2 ramas de apio
- 1 puerro
- 1 cebolla
- 2 tomates maduros
- 1 trozo de jengibre fresco
- 1 hoja de laurel
- 8 granos de pimienta negra
- 2,5 litros de agua
- 1 cucharada de miso blanco (añadir al final, fuera del fuego)
Preparación
Lava bien las verduras, pela lo necesario y córtalas en dados grandes. Y ahora tenemos 3 opciones distintas, lo que determinará la intensidad de nuestro caldo. Podemos:
- Sofreír ligeramente en una olla grande, con un poco de aceite todas las verduras antes de añadir el agua, esto da un sabor más dulce y redondeado.
- Podemos tostarlo todo en el horno y hacer un fondo oscuro, será más potente de sabor.
- Podemos hervirlo todo desde crudo, de esta forma el sabor será más ligero y también resultará muy polivalente.
En el momento de la cocción añadimos las especias y el agua fría y lo llevamos lentamente a ebullición. Nunca hervimos a borbotones, porque el fondo debe quedar limpio y claro. Espumamos si fuera necesario: esto da transparencia y pureza al caldo. Y lo tenemos así aproximadamente 40 minutos. Retiramos del fuego, colamos y añadimos el miso blanco.
Aprendizaje
- Diferencia entre fondo y sopa: el fondo es neutro, la sopa ya es plato.
- La técnica de “espumar” y la importancia del fuego bajo.




