La rejilla del microondas es mucho más importante de lo que piensas: esta es su función principal
Esto es lo que pasaría si no las tuvieran

La rejilla del microondas es mucho más importante de lo que piensas: esta es su función principal
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
En el último programa de SER Historia hemos hablado acerca de las serendipias. Un concepto, acuñado por el escritor Horace Walpole en el año 1754, que hace referencia a aquellos hallazgos valiosos que surgieron de manera accidental o casual. Desde la penicilina, descubierta por el escocés Alexander Fleming en 1928 mientras estaba investigando la bacteria Staphylococcus aureus en su laboratorio hasta el velcro o los rayos X, descubiertos en 1895 por el físico alemán Wilhelm Röntgen mientras estaba experimentando con tubos de rayos catódicos en su laboratorio. Y para ello hemos contado con la inestimable ayuda del físico Pablo Arias, quien nos ha ayudado a hacer un poquito más de historia hablándonos sobre la historia del microondas.
Más información
Para ello nos ha trasladado hasta el año 1946, cuando el ingeniero estadounidense Percy Spencer estaba trabajando con un tipo de tubo al vacío conocido con el nombre de magnetrón: "El magnetrón fue un generador de radiaciones electromagnéticas que se usaba como mecanismo principal del radar para detectar objetos mucho más pequeños que los que se detectaban a través de los métodos tradicionales y con mucha mayor resolución".
Así nació el microondas
Mientras realizaba todo tipo de pruebas con este generador de radiaciones, el científico descubrió que la chocolatina que llevaba en el bolsillo de su chaqueta se había derretido por completo tras accionar el magnetrón. Algo que le llevó a pensar en qué este artilugio tal vez sería un buen horno, lo que provocaría el nacimiento de lo que hoy en día conocemos como microondas: "Colocó granos de maíz cerca del magnetrón y se convirtieron en palomitas, después un huevo que le estalló a causa del rápido incremento de la temperatura en su interior... así que decidió crear un receptáculo a modo de cavidad de resonancia, dirigió la radiación hasta la cavidad y ya está, había inventado el horno microondas".

Gertrude Bell: Una mujer en Oriente Próximo
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Y aprovechando que estábamos hablando acerca del microondas, Pablo Arias nos ha hablado acerca de sus mayores peculiaridades. Una de ellas tiene que ver con esa rejilla tan característica que nos impide ver con claridad lo que pasa en el interior del microondas mientras se está cocinando nuestro plato. ¿Alguna vez te habías preguntado para qué sirve? Porque, si pensabas que era algo meramente estético, tenemos que contarte que tiene una función principal que es realmente útil.
Una auténtica jaula de Faraday
En declaraciones a la Cadena SER, el físico nos cuenta que la longitud de onda de una radiación electromagnética es de unos 12 cm. Por esa misma razón, y para evitar que salgan al exterior, los responsables de este producto decidieron añadirle una malla protectora en la puerta del microondas con celdas de unos 0,8 centímetros de diámetro. Gracias a ello, la radiación no puede escapar a través del cristal y afectando al resto del entorno: "Esto es algo a lo que los físicos llamamos jaula de Faraday y, por eso, la radiación no puede escapar de ahí".
En caso de que no existiera esta rejilla, las microondas podrían producirnos quemaduras internas e incluso daño en los ojos. Pero no solo eso. Como los hornos microondas operan en una frecuencia de radio de 2.45 GHz, también cortaría tu conexión wifi, interferiría con tus dispositivos Bluetooth e incluso anularía la señal de teléfonos, mandos y drones. Y por si esto fuera poco, la comida apenas se calentaría porque una gran parte de la energía se escaparía.

David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto...




