Un profesor estadounidense exiliado por miedo a las amenazas de la extrema derecha: "El fascismo está en la Casa Blanca"

Madrid

En 2019 entrevistamos en A vivir a un investigador estadounidense que acababa de publicar el ensayo Antifa: el manual antifascista (Capitán Swing, 2018). "Estamos abriendo las puertas al fascismo", avisó por aquel entonces. Seis años después, este profesor de historia, Mark Bray, se ha exiliado de su país por miedo a las amenazas que recibe por parte de la extrema derecha. ¿Se imaginaba que las puertas se iban a abrir tan rápido? "El fascismo está en la Casa Blanca".

El 17 de septiembre, unos días después del asesinato de Charlie Kirk, Donald Trump anunciaba que iba a designar a como "organización terrorista" a Antifa. Este grupo no es "ni organización, ni terrorista", sino un término que engloba todo tipo de activistas de izquierda. Tras el anuncio del presidente estadounidense, Mark Bray ha visto cómo Turning Point USA, la asociación fundada por Kirk, ha presionado para que le despidan de su trabajo. La bola de nieve creció y Bray empezó a recibir amenazas de muerte y a ver la dirección de su casa en las redes sociales. Por su seguridad y la de su familia decidió huir a España y aterrizó este viernes en Madrid.

Para el gobierno de Trump "es importante crear esta imagen de Antifa como un grupo con jefe y jerarquía" porque "es una palabra útil para demonizar la izquierda". En esta narrativa que han creado, Mark Bray es el líder de un grupo peligroso y, por consecuencia, él es también peligroso; lo que le pone en el punto de mira. En realidad no forma parte de Antifa, solo les relacionan sus investigaciones. Sin embargo, asegura que "necesita un enemigo y una crisis", pero al no tener una depresión como la que pasaron los alemanes, "tiene Antifa, tiene pronombres, feminismo, inmigrantes...".

El investigador observa que, a diferencia de su primera presidencia en 2017, "Trump está en la Casa Blanca pero con una agenda más explícitamente fascista". En su anterior legislatura, el presidente estadounidense se rodeaba de identidades más tradicionales; como es el caso de Mike Pence. Pero "ahora su círculo está lleno de fascistas" que "están organizando un estado autoritario". Sin embargo, Bray cree que de momento solo están "taking bites" (traducido: "tomando pequeños mordiscos"). Pero avisa de que, en un momento de crisis podría atacar la democracia. "Los liberales tienen demasiada fe en el sistema para resistir, pero no es tan fuerte" concluye.