Del 'panzotti' al mapa de 'dips': así fue el menú 'influencer' de la boda de Vero Goméz

Madrid

Cuando se casa alguien famoso, todo el mundo se fija en el menú... Pero, si la que se casa es la influencer gastronómica del momento, ¡con más razón! Finalista de MasterChef, cocinera, organizadora de eventos y creadora de contenidos (muy bonitos), Vero Gómez acaba de publicar, además, su primer libro de recetas: Pinch.

Pero la entrevista concedida a Gastro SER se grabó horas después de aterrizar de su luna de miel y seguía estando emocionada con los platos del catering Ver Aguas, así que el menú de la boda —el mayor evento gastronómico de su vida— acabó siendo, junto a su paso por MasterChef o su trabajo en redes sociales, uno de los temas protagonistas.

"Ha sido difícil no tomarme la boda como trabajo y, claro, la cocina, tenía que ser top", explica. "Aunque solo las conocía por redes, hice las prácticas del Basque Culinary Center en Ver Aguas. Cuando lo dije, mis profesores fliparon porque podría haber ido a un estrella Michelin del otro lado del charco, pero no me arrepiento. Me han formado mucho y les dije que tenían que estar en la boda, trabajando o como invitadas".

Platos de ensueño

Al final, Laura Veraguas se trasladó con su equipo de Barcelona a Jarandilla de la Vera para dejar a los invitados con la boca abierta: boreks con romesco verde, tostada de mejillones en escabeche, panzotti alla genovese, mapa de dips con muhammara, babaganoush, salsa de tomate casera y tzatziki, quesos de Dotze Graus, pan de Daniel Jordà, steak tartar de solomillo y anguila ahumada, taco de pescado frito con crema, mayonesa de chipotle y repollo marinado con lima...

"Decidimos poner mesas abiertas y que cada uno de sentara donde quisiera, moviéndose por las distintas instalaciones", detalla.

Al preguntarle por lo que más triunfó, de todas formas, no lo duda: "Laura [Veraguas] se enamoró en Italia de los panzotti (pasta rellena) con salsa de nuez, se trajo la nuez de Puglia y nos hizo ahíuna especie de showcooking. Pero también tuvimos unos arroces impresionantes,le dimos bastante caña a los postres y para el café, que suele ser lo que más falla, recurrimos a Hola Coffe. Los chicos de Puchero, además, prepararon unas tabletas de chocolate con un zaatar de Líbano... ¡Cosas espectaculares! Se han juntado muchos proveedores para hacer algo especial".

Doble efecto: fascinación y frustración

Después de compartir varias imágenes de la comida de su boda, de hecho, asegura haber recibido muchos mensajes de gente que le dice que ahora sí quiere casarse. Pero ese efecto lo consigue, en realidad, con muchas otras cosas porque los vídeos que comparte —con mucho éxito— en las redes sociales son siempre muy bonitos, casi perfectos, generando el doble efecto de la fascinación y la frustración.

Zumo de bote, embutido reseco y pan de tercera: por qué los hoteles buenos dan desayunos tan malos

"¡Mi vida no es tan maravillosa! A veces tengo ese dilema, pero es obvio que, aunque las redes no sean el sitio para contarlo, todos tenemos problemas y miserias... En las stories procuro ser natural y no romantizar", explica.

También suelen gustar muchos los vídeos en los que explica el making off de un evento multitudinario, con detalles como el tiempo que se tarda en pelar cientos de huevos duros.

Col con mantequilla y trenza de puerro

Pero su fuerte, sin duda, son las recetas, con gran protagonismo del producto vegetal. En eso, precisamente, se basa Pinch, su primer libro, que incluye platos tan virales como la col con mantequilla y crema de anacardo, ensaladas con coles de Bruselas o una preciosa trenza de puerro asado.

¿Tiene fe Vero Gómez en que los jóvenes se enganchen a la cocina y, en particular, a las verduras? "En mi casa hay Wetaca, por mi marido. No me da la vida para cocinar siempre y él pasa olímpicamente. Pero recuperé la fe al hacer el libro... y luego la volví a perder al ver que mis hermanos, de 22 y 24 años, que viven solos, ni lo han abierto. No sé hacia dónde vamos".

"Si no te gusta una verdura es porque no la has probado adecuadamnete. Quizá no tenía la sal o la cocción adecuada. Pero si le das un toque de plancha o de horno, igual sí te gusta", explica.