Ha pasado a la historia como uno de los villanos más despreciables del cine, pero la historia real es todavía peor

Madrid

La historia del cine está repleta de grandes villanos que marcaron un antes y un después en la industria. Desde algunos inspirados en personajes reales como Amon Göth, el oficial austriaco que mataba gente por diversión en La lista de Schindler, hasta otros ficticios como Norman Bates, Hannibal Lecter o el icónico Darth Vader de la saga Star Wars. Y en todas estas listas de grandes villanos de la historia del cine siempre se cuela uno que era realmente perverso. Hablamos sobre el emperador Cómodo de la película Gladiator. Un personaje, interpretado por Joaquín Phoenix, que pasó a la historia como uno de los villanos más despreciables tanto en la vida real como en el séptimo arte.

Durante estas últimas décadas han sido varias las personas que han dado vida a este personaje histórico. Desde Christopher Plummer, quien interpretó a Cómodo en La caída del Imperio romano, hasta otros como Aaron Jakubenko en El sangriento Imperio Romano, donde muestra el lado más oscuro del emperador. Sin embargo, fue en la película Gladiator donde realmente se convirtió en uno de esos tipos a los que nos encanta odiar.

La historia real de Cómodo

Todo ello gracias a un Joaquín Phoenix que hizo de Cómodo un ser despreciable. Pero si el personaje era odioso, el emperador lo era todavía más. Así te lo hemos contado en Sucedió una noche, donde te explicamos la historia real detrás de uno de los grandes villanos de la historia: "Aunque lo que cuenta Gladiator es en su mayor parte ficción, sí que es cierto que Cómodo pertenece a ese grupo de emperadores excéntricos, viles y depravados que forman Calígula, Nerón o Domiciano y a los que hemos visto en películas como Quo Vadis, Calígula o las series de televisión, Yo, Claudio y Los que van a morir te saludan".

Orson Welles, ‘Master and commander’, emperador Cómodo

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En la película nos explican que Cómodo asesinó a su padre con sus propias manos por no nombrarle su sucesor. Pero no es un hecho real: "Cuando Cómodo tenía 15 años, el padre le asoció al imperio y juntos reinaron durante 3 años. El problema vino cuando Marco Aurelio falleció en el año 180 por causas naturales y Cómodo quedó al mando del imperio". Principalmente porque no sabía cómo gestionar todo ese poder: "A partir de ese momento su gobierno fue degenerando. El emperador era un ególatra que rozaba la psicopatía, un hombre cruel que ordenaba ejecuciones sistemáticas y celebraba grandes orgías en las que dilapidaba las riquezas de Roma. Lo único que le interesaba eran los juegos del circo y a eso dedicaba todas sus energías, desatendiendo por completo las tareas de gobierno".

"Se creía la reencarnación de Hércules"

Estaba tan obsesionado con los gladiadores que incluso quería enfrentarse a los mismos: "Se creía la reencarnación de Hércules y no se conformaba con contemplar los juegos, sino que quería participar en ellos. Desde su tribuna disparaba flechas a los animales y a menudo bajaba a la arena para luchar como un gladiador". Pero no lo hacía en igualdad de condiciones: "Se enfrentaba con adversarios heridos, drogados o desarmados. Nunca perdió un combate y no es de extrañar porque, si alguno llegaba a herirle, la pena era de crucifixión. El pueblo consideraba este comportamiento indigno de un emperador, pero nadie se atrevía a protestar".

Su afición por los juegos era tan grande, e invertía tanto dinero en los mismos, que acabó arruinando las arcas de Roma. De ahí que el senado, los oficiales militares y las familias Patricias pergeñaran un plan para acabar con su vida: "Durante los doce años que duró su reinado, Cómodo se enfrentó a varias conspiraciones para destronarle. Finalmente, en el año 192, un grupo de senadores liderados por el prefecto Leto convenció a la esclava Marcia, concubina de Cómodo, para que envenenara su comida. Sin embargo, el magnicidio no salió bien. Antes de que el veneno hiciera todo su efecto, el emperador vomitó la comida. Temiendo que les descubrieran rápidamente, los conspiradores enviaron al Liberto Narciso, masajista de Cómodo, que le abordó mientras este se bañaba y le estranguló con sus propias manos en la bañera. Tras su muerte, todas sus estatuas fueron derribadas y su nombre eliminado de los registros públicos". De ahí que el personaje fuera un gran villano de la historia del cine, pero que la persona real detrás del mismo lo fuera todavía más.