Historia

Así es como un simple monje cambió la historia de España para siempre con una estrategia militar inédita: "Fue un éxito total"

El monje Fray Raimundo de Fitero consiguió hacer frente a los almohades sin levantar el arma

Así es como un simple monje cambió la historia de España para siempre con una estrategia militar inédita: "Fue un éxito total"

Madrid

La Guerra Civil que tuvo lugar en Córdoba entre los años 1009 y 1031, conocida históricamente como la Fitna de Al-Ándalus, fue uno de los momentos clave en la historia de España. Hasta entonces, los reyes cristianos soñaban con reconquistar el país, pero sabían que no podían hacer nada contra el Califato de Córdoba. Principalmente porque era la potencia hegemónica de Europa occidental y porque era mucho más grande y poderoso que cualquier milicia cristiana. Sin embargo, las tornas comenzaron a cambiar a raíz de este suceso histórico. Todo ello porque la Guerra Civil desintegró el Califato, lo que provocó que de ese reino gigante surgieran más de 30 reinos pequeños e independientes que luchaban entre sí.

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Como los cristianos ya no competían contra el Califato al completo, sino contra las distintas taifas que surgieron del mismo, estos fueron atacando uno a uno a los distintos reinos y recuperando regiones clave como Toledo para completar una reconquista que finalizaría en el año 1492. Una de las historias más fascinantes de esta reconquista es la que derivó en el nacimiento de la Orden de Calatrava, la primera orden religiosa-militar española. Un tema sobre el que hemos hablado en SER Historia, donde Luis Chacón de la Torre, autor del libro El campo de los mártires, nos ha contado la historia de Raimundo de Fitero y cómo cambió la historia de España para siempre.

La fortaleza de Calatrava-La Vieja

Para ello nos ha trasladado hasta el año 1147, cuando Alfonso VII de Castilla le arrebata la región de Calatrava la Vieja a los musulmanes: "Entonces, el rey destina varios soldados para vigilar esta fortaleza, que es un lugar de constantes lizas, escaramuzas y batallas porque está en la frontera. Sin embargo, los soldados castellanos no son capaces de defender la plaza, por lo que el rey la entrega a una orden a unos caballeros que ya estaban muy habituados a luchar contra los musulmanes, que no son otros que los templarios. En el año 1150 la fortaleza de Calatrava pasa a manos templarias para defenderla".

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Pero apenas siete años más tarde, los templarios devuelven la fortaleza al rey porque son incapaces de hacer frente a los ataques musulmanes: "Era un asedio constante. Los almohades, que son los que controlan en ese momento Al-Andalus, no dejan de atosigar. No dejan de batallar para recuperar esa fortaleza porque es muy importante. Quien controlaba Calatrava-La Vieja no solo controlaba el paso de Córdoba-Toledo, sino que controlaba las minas de mercurio de Almadén, que en ese momento era un recurso económico muy importante". Como nadie quería defender esta fortaleza por los problemas que entrañaba, el nuevo rey, Sancho III de Castilla decidió donársela a quien quisiera defenderla.

La estrategia de Raimundo

Pero nadie quería defender la fortaleza: "Era como un regalo envenenado y nadie quería defender esa plaza". Todo ello hasta que un buen día, el monje Fray Raimundo de Fitero, abad del monasterio de Fitero (Navarra) se presentó junto a su compañero Diego Velázquez para postularse a la defensa de la fortaleza: "Imagínate la reacción del rey y de todos los cortesanos cuando ven llegar a los dos monjes". Como no tenían a ningún otro candidato, Sancho cedió y le ofreció unos meses de plazo a Fray Raimundo de Fitero para que se prepare. Entonces, Raimundo volvió a Navarra y comenzó a convencer a la gente para que colonizaran Calatrava junto a él: "Raimundo no iba solo con la intención de defender esa plaza, sino de colonizarla y expandir la Orden del Císter. Y convenció a muchos soldados, pero también a artesanos, a ganaderos, agricultores y a familias enteras. Al cabo de unos meses, ya en el año 1158 se presentan en Calatrava con un contingente de 20.000 personas en total".

Cuando los almohades vieron tal cantidad de gente repartida por el terreno, declinaron realizar cualquier tipo de ataque: "Fue un éxito total sin siquiera alzar las armas. Siempre pensamos que en una orden militar todos son soldados y caballeros, pero en este ejemplo se vio claramente que no". Y a raíz de este éxito militar surgió la posteriormente conocida como Orden de Calatrava, que jugó un papel crucial en la defensa y expansión de los territorios cristianos en la Península Ibérica.

David Justo

(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en...