Luismi Pérez, meteorólogo, advierte de la llegada de la noche polar: "Durante el día no se ve el sol"

Con el cambio de hora del pasado mes de octubre, entramos en la época del año en la que las horas de luz son más cortas. Pero en España no salimos tan mal parados si lo comparamos con otros lugares del planeta como Alaska, donde pasarán casi dos meses sin ver el Sol, desde que el pasado 18 de noviembre se adentrasen en la conocida como noche polar.

Durante la noche polar, el sol desaparece del horizonte durante semanas —a veces meses— y las regiones del extremo norte se sumen en una oscuridad continua que transforma por completo la vida. "El Sol no sale, no llega ni a pinchar un poquito por el horizonte. Si estamos pegados a lo que se llama el círculo polar ártico, se queda una especie de alba justo en algún momento de la mañana y durante la tarde noche. Pero oscuridad casi absoluta", explica el meteorólogo Luismi Pérez. Una situación que incrementa a medida que te acercas al Polo Norte.

De ahí que las zonas del Ártico sean las más afectadas por este fenómeno. Alaska, Canadá, Noruega, Suecia o Finlandia son algunos de los países donde cada año se ven expuestos a esta noche polar, con la localidad de Utqiaġvik, en Alaska, y Tromsø, en Noruega, siendo las más populares para experimentarlo.

En este periodo, el cielo se convierte en escenario de auroras, el tiempo parece ralentizarse y las rutinas humanas se adaptan a un entorno donde la luz es un recuerdo lejano.

Inclinación de la Tierra

Esto ocurre porque el eje terrestre está inclinado unos 23 grados. Al estar torcido y girar al rededor del Sol, cuánto más hacia el Sur y más hacia el Ecuador, más estable es la duración del día entre el invierno y el verano.

"No hay diferencia, casi 12 horas de día y 12 horas de noche", señala el meteorólogo. De ahí que en las localizaciones del sur de España dure más el día que en las del norte peninsular, con una diferencia de duración de hasta una hora.