Mariona Caldentey, la jugona sin patio que vio cumplido su deseo más envenenado: "Decía que contra el Barça si acaso en la final..."

Campeona de la Champions, reconocida como segunda mejor jugadora del mundo y a las puertas de la gloria de la Nations League en este 2025, Mariona Caldentey ha sido protagonista en Ni tan bien en una semana clave para los intereses de la Selección. Citada por Sonia Bermúdez para la doble cita ante Alemania que pone en juego el último título del año, ha charlado con Carolina Iglesias sobre cómo se forjó una estrella de su calibre en un mundo que todavía era de hombres en los años 90. De pasar de puntillas por el fútbol durante toda la etapa escolar llegó a la élite del deporte, donde el caprichoso destino le jugó una mala pasada por muy deseada que fuese.

Echando la vista atrás hacia sus inicios, se sorprendió incluso Caldentey a la hora de recordar su etapa en el patio del colegio, al margen de los niños que dominaban las pistas. "Yo empecé en un equipo cuando tenia 4 o 5 años y al mediodía con mis primos si jugábamos siempre en casa de mis abuelos, pero en el cole en el patio como tal... Creo que lo pasaba con mis amigas, que no jugaban a fútbol", comentó, admitiendo que para ella la pelota estaba destinada a otra parcela. "Luego sí jugaba muchísimo a fútbol, pero más con mi hermano, con mis primos, en el equipo... En la escuela no jugaba tanto".

Curiosamente se amoldó a esta nueva realidad rompiendo con los estereotipos de la vida rural respecto al papel de la mujer. "Era la única chica en mi pueblo. Fue súper normal. Como empezamos tan pequeñitos... Primero me cambiaba yo, luego ellos entraban y yo me quedaba fuera, siempre fue muy natural. No tengo ningún recuerdo negativo en ese sentido", verbalizó, reconociendo que al saltar al campo "se sorprendían los equipos rivales, pero luego te querían en su equipo porque lo haces bien": "A pesar de ser un pueblo, que parece que están los estereotipos más marcados, era muy natural".

El reencuentro en el Barça-Arsenal

De ahí, Mariona fue dando pasos de gigante hasta la estrella del fútbol de la actualidad. Está en su mejor año y ha rozado el reconocimiento como Balón de Oro sólo por detrás de su compañera de selección Aitana Bonmatí. Lo ha hecho además como la líder del Arsenal, con quien ha conquistado la Champions en su primer año lejos de Can Barça después de una década como azulgrana. Un final de temporada que hubiese sido de ensueño meses atrás, pero que llegado el momento no lo fue tanto.

"Estábamos mal en Liga, nos habían eliminado de las Copas y era la única opción que teníamos de ganar un título. Encima era el más grande y contra el Barça. La gente daba por hecho que el Barça iba a ganar por todo lo que lleva haciendo, pero la fiesta estuvo bien", rememoró, poniendo la vista en la final: "Ese día ha sido de las veces que he estado más nerviosa", aseguró.

"La primera vez que me voy del Barça en 10 años y juego contra ellas es en una final de Champions. Yo decía que si jugaba contra el Barça si acaso en la final, pero cuando llega digo: ¿en serio?", comentó entre risas, clamando por su 'mala' suerte pese al final feliz que tuvo el partido para sus intereses. "Para ellas fue un momento duro, pero se quedó ahí. Seguimos siendo amigas", apuntó, después de haberles ganado la partida a sus excompañeras del Barça en la fecha más señalada.